Por | Gimena del Castillo | Diseñadora de interiores
Claro está que el género influye a la hora de decorar. Es frecuente que sea la mujer la encargada de tomar decisiones sobre la decoración de la casa y en consecuencia todos los ambientes van adquiriendo notas de este género con sus tonalidades pasteles, sus formas orgánicas y estampados florales. Los detalles y los múltiples accesorios decorativos no hacen más que referenciar la feminidad que los puso ahí. De esta manera, la influencia masculina queda relegada a un rincón en la oficina o a unas cuantas herramientas en un garaje.
Sin embargo, el carácter varonil en el diseño, es una tendencia muy interesante que realza cualquier espacio imponiendo seriedad y presencia. Lo masculino referido a la decoración denota un estilo sencillo, sobrio, donde los colores y el volumen de los muebles hacen resaltar la belleza de cada habitación.
Este perfil no es propio de un salón en particular, podemos emplear esta influencia en cualquier espacio de nuestras casas. La inspiración masculina puede ir de la sala al comedor, a la biblioteca o incluso la habitación.
Definir un estilo
Una característica común en cualquier habitación masculina, sin tener en cuenta el estilo de ésta, es la sobriedad. Quizás es por esto que el minimalismo, con sus múltiples variantes, es el preferido por muchos hombres al momento de decorar. Allí encuentran funcionalidad, modernismo y estética.
>Lee también: TIPS para decorar con cuadros
El estilo industrial es, sin lugar a dudas, otra tendencia que nunca falla si se pretende imprimir una personalidad masculina a los ambientes. El aire rudo que alcanza es gracias a los materiales recuperados, elementos metalizados o de zinc, cestas y la ambigüedad de piezas que pasan de ser útiles de trabajo, a ser parte del mobiliario. Con esta impronta se logran sitios desenfadados, donde todo hombre se siente cómodo y acogido.
Otra opción resulta el estilo nórdico, ya que aporta espacios imparciales en cuanto a géneros. Este se caracteriza por la practicidad y los colores neutros, con la justa decoración. Nada sobra ni está ahí por que sí. A pesar de ser tendencia, sobrevive al paso de los años.
Los materiales
Se busca utilizar materiales bien sólidos, ya que permiten crear espacios de apariencia fuerte y a la vez cálidos. La mezcla de madera, piedras pulidas, hormigón, acero y metales en general será nuestra aliada número uno. Un espacio con este tipo de elementos recibe a los hombres con familiaridad, generando un lugar funcional para ellos, sin temor a quebrar la porcelana. Con el plus de que todos requieren poco mantenimiento y se adaptan fácilmente a cualquier estilo decorativo.
Muebles y complementos
Para conseguir un aire sofisticado y de una elegancia atemporal, se debe recurrir a los muebles construidos con maderas ricas o enchapados en ellas: wengue, ebano, zebrano. Además, las líneas siempre deben ser rectas, puras y sus formas lisas con pocos ornamentos.
Es importante considerar las proporciones del lugar y de los muebles, ya que en los espacios masculinos se suele emplear mobiliario más grande de lo habitual, siempre y cuando no afecte a la circulación ni al equilibrio visual.
>Lee también: Baños con estilo
El mueble masculino por excelencia es el sofá Chesterfield tapizado en cuero. Este modelo refuerza ese carácter, siendo tan representativo de los salones ingleses (lugares de reunión de los caballeros burgueses). También en interiores de estilo contemporáneo, con sus detalles cromados en las patas de los muebles auxiliares, y actualmente combinados con texturas como el cuero, denim, tweed, corderoy entre otras, otorgan durabilidad y son un acierto seguro para un interior donde habita un hombre o una familia que no busca marcarse hacia un ambiente más femenino o arriesgado.
Colores
Los hombres raramente elegirían un rosa para una pared. En general, el sexo masculino opta por el uso de tonos oscuros como el negro, gris, azul y verde oscuro. En resumen, se inclinan más por colores fríos. Y, para complementarlos y contrastar, es ideal utilizar una paleta neutra. Solo se recurre a colores intensos y vibrantes en pequeños elementos decorativos como almohadones o cuadros.
Al igual que con los colores, el uso de estampados es muy restringido en este caso. No se debe recurrir a los motivos rococó, por el contrario, los patrones deben ser geométricos o escoceses, que siempre resultan armoniosos. En el caso de crear una composición de varias texturas, una puesta segura es buscar que estos compartan un mismo tono y que sirva de hilo conductor para no resultar demasiado estridente.
>TIPS
-Es de suma importancia eliminar los elementos que distraigan y centrarse en piezas básicas pero contundentes. La introducción de algún elemento icónico y atemporal como centro del salón no solo no le restará puntos, sino que le dará al ambiente un plus de clase.
-Los colores oscuros, el aire de penumbra estudiada y la falta de estridencia en la paleta de color será una buena base para empezar a decorar.
-Los objetos no se colocan por el mero hecho de rellenar los espacios, sino que cada uno de ellos tiene que trasmitir el gusto y la estética de la persona que habita la casa. La decoración de las paredes debe ser sencilla y limitarse a una o dos piezas de arte, o bien, algunas fotos, preferentemente en blanco y negro.
-Elegir productos resistentes. Las telas fuertes y robustas funcionan mejor.
Guardar
Guardar
Guardar