Por | Laura Martínez de Marcalain | Paisajista
Durante el invierno, no habrá demasiados cambios para nuestras coníferas, ya que serán espectadoras perennes de heladas y quizás finas nevadas con algún leve cambio de color en su follaje. Mientras tanto, el paisaje se transformará a su alrededor, los verdes se volverán amarronados, cobrizos, dorados y opacos. A su vez, la presencia de algunas flores que en primavera pasarían desapercibidas, se convertirán en estallidos de color que observaremos con sorpresa.
Es el caso de los Aromos, de los Prunus (que no habrían florecido si no fuera por las horas de frío acumuladas), de los Membrilleros de flor, de las Magnolias, las Forsythias, los Laurentinos, las Camelias y de nuestros maravillosos Jazmines de invierno de flor amarilla.
En un plano más bajo, podemos mencionar las Violetas de los Alpes, Azaleas, Narcisos, Jacintos, Lágrimas de la Virgen, Clivias y varias más. Unas más lindas que otras. Unas más sorprendentes que otras.
Es cierto que el frío es necesario para la sanidad pero también lo es para madurar frutos y permitirles semillar.
Durante este período, los árboles detienen su crecimiento y descansa su sabia. Es el momento para hacer el trabajo de plantación ya que les dará tiempo de adaptarse y lograr un mejor enraizamiento.
Cabe destacar que a los viveros llegan como ejemplares a “raíz desnuda”. Pero antes de tomar decisiones debemos tener en cuenta varios detalles que te sugerimos en esta nota y que son realmente importantes.
Un árbol es un elemento estructural en un jardín y no debemos olvidarnos de esto a la hora de elegirlo, ya que él trasciende en el tiempo.
Detalles a tener en cuenta a la hora de plantar un árbol:
-Lea sobre los árboles que va a plantar, ellos marcarán su paisaje.
-Debemos saber cuánto crecerán. Es decir, su magnitud final. No es raro que un diámetro de copa promedie los 8 metros.
– Conocer si pierden sus hojas o si son perennes. Cuáles son sus necesidades de suelo, clima y exposición solar.
-Al plantarlos sujételos a tutores para que no se descalcen con vientos y lluvias excesivas. Evite lastimarlos con sus ataduras.
-Si debe podarlos para darles forma hágalo únicamente cuando están sin follaje.
Manual del Repoblador de Greenpeace
¿Por qué plantar un árbol?
La plantación de un árbol no es un acto gratuito, ni siquiera una obra de caridad, se trata de devolver a la naturaleza lo que le hemos robado (incendios, talas indiscriminadas). Si no lo queremos hacer por ellos, lo debemos hacer por nosotros.
Nuestro futuro está íntimamente ligado al suyo. Los bosques son el principal freno contra la desertización, ellos son el origen de una gran parte del oxígeno que respiramos, fuente de primer orden de materias primas, alimentos. El hábitat de numerosas especies, lugar de donde proceden el 75% de los medicamentos. Sin olvidar que la deforestación acentúa el efecto invernadero y por consiguiente el cambio climático.
No es una frivolidad decir que el día que desaparezcan nuestros árboles, desaparecerá también el último ser humano.
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