Por| Camila Gonzalez Fiezzoni|Psicóloga
Construido entre 1982 y 1984, el barrio está inspirado en las obras del artista español Gaudí. Balcones en relieve, barandas de hierro forjado, colores llamativos, ni una línea recta, calles estrechas, pequeñas plazas y frondosos patios íntimos conceptualizan al lugar. Está dividido en 13 bloques de viviendas, siendo el número 13 el mayor.
El complejo sorprende por sus impactantes construcciones que recuerdan al edificio espiral de Darmstad, en Alemania. Su apodo, “Los pitufos”, refiere a la similitud con las casas en las que viven los personajes de la popular serie de dibujos animados.
Se encuentra en el centro de la ciudad, en un área con mucha historia. Bastión para los bohemios y artistas durante varias décadas, ha albergado incluso a una importante cantidad de hippies.
En reiteradas oportunidades, sus habitantes se han organizado para resistir los intentos de las autoridades de derribarlo y construir modernas torres de oficinas y alojamiento. La Lucha social se ve plasmada en varios edificios que permanecen singulares, sin renovar, como símbolo de protesta.
Vivir en esta zona es barato. El complejo cuenta con negocios de artesanías, librerías de segunda mano, poetas, estudios de arte y arquitectura, bares y cooperativas.
Les Grottes es el lugar más visitado a pie en Ginebra. Es tan encantador y especial que no se puede dejar de conocer si uno se encuentra en la ciudad.
Anochecer en el mundo de Los pitufos
Les Grottes es un barrio que ofrece una dinámica vida nocturna. Bares pintorescos y cafés alternativos embellecen las calles al atardecer.
Luego de una jornada laboral uno puede disfrutar de cervezas artesanales en La Petite Reine, un pequeño puesto frente a la parada del tranvía de Cornavin número 14. Otra alternativa es visitar un café, los más populares son el Pachinko, el Weldon, con su patio escondido, y La Galerie en la Rue de l’Industrie.
Durante los meses de verano, el Parc des Cropettes, conocido por su pista de juegos, ofrece un festival de jazz improvisado.