Corría 1986 cuando Keith Haring fue invitado a participar de una exhibición en el Museo Stedelijk de Arte Moderno de Ámsterdam y como símbolo de agradecimiento, pintó un gran mural de 15 metros de alto en una de las paredes del depósito del museo.
La imagen muestra a una criatura mítica con cabeza de perro, que es montada por una de las famosas figuras de Haring en una línea blanca continua.
El mural está localizado en uno de los barrios más pobres de la ciudad y en la fachada de lo que solía ser el depósito del museo Stedelijk en ese entonces. Un par de años más tarde, por cuestiones de control climático del espacio, el mural fue cubierto con placas de aluminio.
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Sin embargo, gracias a una campaña realizada por la leyenda de grafiti Mick La Rock, se pudo revelar el mural con aprobación de la Fundación Keith Haring, del museo Museo Stedelijk y los almacenes Markt Kwartier West, un centro de comidas en Ámsterdam que también tiene un mercado en el lugar.