Tadao Ando, exponente mundial de la arquitectura minimalista japonesa y ganador del Premio Pritzker 1995, ha diseñado un monumental templo cubierto de lavanda que rodea una estatua gigante de Buda en el Cementerio Makomanai Takino en la ciudad japonesa de Sapporo, a más de 1.100 kilómetros al norte de Tokio.
Oculta en una colina se encuentra esta espectacular figura de Buda de 13,5 metros de alto y 1.500 toneladas de peso. La escultura estuvo 15 años al aire libre hasta que el arquitecto diseñó un espectacular templo, con la premisa de protegerla y lograr más armonía con el entorno.
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El templo envuelve a la estatua, y la rodea con más de 150.000 lavandas que permiten variar el color del paisaje de verde en primavera a púrpura en verano, a blanco con nieve en el invierno. Los visitantes ahora llegan al Buda a través de un pasadizo de 40 metros de largo que desemboca en un espacio circular que rodea la estatua. La edificación consigue crear la atmósfera perfecta para la meditación, el recuerdo y la oración.
La intención del diseño fue crear una secuencia espacial intensa, comenzando con un largo abordaje a través del túnel para aumentar la anticipación de la estatua, que es invisible desde el exterior. Cuando se llega al vestíbulo, los visitantes miran hacia arriba al Buda, cuya cabeza está rodeada por un halo de cielo al final del túnel.
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