Por | Mercedes Ocaña | Arquitecta
Ganador entre más de 40 concursantes internacionales, este proyecto de re-funcionalización combina programas arquitectónicos vanguardistas con un minucioso trabajo de restauración. La propuesta entiende al nuevo edificio como una pieza clave en la conformación espacial del nuevo parque urbano. El viejo correo se convierte así en un espacio activo y permeable, transformando su condición de edificio-objeto en edificio-ciudad.
El edificio tiene diez pisos y tres subsuelos en los que alberga dos salas de conciertos, seis auditorios multimediales; el Chandelier, una estructura vidriada colgante donde se encuentra el museo de arte moderno, y una cúpula restaurada como el primer mirador público de la ciudad.
De “Correo Central” a Centro Cultural Bicentenario.
El Palacio de Correos y Telégrafos fue originalmente diseñado para albergar la sede del Correo Central de la Argentina, comenzó su construcción en 1889 y se inauguró el 28 de septiembre de 1928. El diseño fue encargado al arquitecto francés Norbert Maillart, quien además trazó los planos de otros edificios importantes como el de Tribunales y el del Colegio Nacional Buenos Aires.
En 1997 el edificio fue declarado “Monumento Histórico Nacional” por su calidad arquitectónica y su importancia histórica. El desarrollo de nuevos medios de comunicación a lo largo del siglo XX hizo que el tráfico postal tradicional disminuyera, resultando el edificio sobredimensionado para las actuales circunstancias.
En 2003, el edificio dejó de utilizarse como Correo Central y en 2005 el entonces presidente Néstor Kirchner decidió transformar el Palacio de Correos en un gran centro cultural como parte de las celebraciones del Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810.
En el año 2006 se desarrolló el Concurso Internacional de Anteproyectos para el Centro Cultural del Bicentenario e Ideas para la adecuación de su entorno urbano promovido por el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, la Secretaría de Cultura de la Nación y el Gobierno de la Ciudad, y organizado por la Sociedad Central de Arquitectos.
El concurso incluyó el anteproyecto de arquitectura referido a la conservación, adecuación y re-funcionalización del Palacio de Correos, y la reflexión acerca del impacto que tendría sobre la ciudad y sobre su entorno urbano más inmediato. El equipo conformado por los arquitectos argentinos Enrique Bares, Federico Bares, Nicolás Bares, Daniel Becker, Claudio Ferrari y Florencia Schnack (B4FS Arquitectos) obtuvo el primer premio.
Tras cinco años de obras, el 24 de mayo de 2010 se inauguró la primera etapa, solo una parte del edificio para una muestra temporaria, y luego volvió a cerrarse el entonces Centro Cultural del Bicentenario, al que dos años más tarde le cambiarían el nombre a Centro Cultural Néstor Kirchner.
Finalmente, el 25 de mayo del 2015, tras 10 años de construcción, se inaugura completamente en el marco de los festejos de la Revolución de Mayo.
El Proyecto y su entorno urbano
El espacio en el que se ubica el edificio está ligado al núcleo cívico-político más importante de la ciudad de Buenos Aires y de la nación, la Plaza de Mayo. Se encuentra, además, limitado por la calle Corrientes, y cercano al área recreativa-turística de Puerto Madero. En su entorno se encuentran numerosos edificios públicos y privados de gran valor histórico ligados al entretenimiento, la cultura, el comercio, la hotelería, la educación y la investigación.
El proyecto comprende esencialmente dos tipos de intervención: la restauración de las fachadas y de las áreas nobles del edificio, declarado Monumento Histórico Nacional, que genera un contraste con el segundo tipo de intervención: los programas arquitectónicos contemporáneos. Las fachadas y las áreas palaciegas fueron preservadas en su estado original y puestas en valor. El área industrial del edificio fue parcialmente horadada para generar el vacío para los nuevos programas.
Bajo una lógica de objetos análogos, se presentó un nuevo espacio definido por tres elementos singulares: dentro del vacío del área industrial, una “jaula” tectónica define una nueva fachada, transición entre el pasado y el presente. Jugando con el paralelo de los grandes candelabros suspendidos en halles y salas teatrales, las grandes salas de exhibición están albergadas en el “Chandelier contemporáneo”. La Gran Sala Sinfónica está contenida dentro de un objeto monolítico que carece de aristas, más conocido como ”La Ballena Azul”.
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La revalorización de la cúpula convirtió un espacio residual en uno de los puntos más significativos del Centro Cultural. Además de servir de escenario para actividades culturales, este nuevo espacio se transformó en un emblema del espacio cívico nacional, faro de la cultura del pasado, del presente y del futuro.
>FICHA DESTACADA
Autor Original: Arq. Norbert Maillart – Año 1889.
Programa: Palacio de Correos y Telégrafos.
Autores de la re-funcionalización: B4FS Arquitectos: Enrique Bares, Federico Bares, Nicolás Bares, Daniel Becker, Claudio Ferrari, Florencia Schnack. – Año 2006.
Programa: Centro cultural. Sala de música sinfónica, sala de música de cámara, museo, salas multiuso, áreas de equipamiento cultural.
Superficie: 110.000 m2