Con el predominio del blanco y el tono casi monocorde (se rompe solo por detalles en plata, trasparencias y la madera del piso. El color solo se da en los almohadones), el estilo de cada pieza fue determinante para moldear la personalidad de toda la vivienda.
Los ambientes de uso común se dispusieron en un espacio continuado. Allí se comunican el comedor principal, el living, un espacio tipo playroom y un segundo comedor que se usa para reuniones informales.
El recibidor se compuso con una consola en madera laqueada y espejos. Los muros son totalmente espejados y el detalle de color lo da el arreglo floral de rojo vibrante.
El comedor principal se estructura en torno de una mesa con patas espejadas de forma geométrica y una tapa vidriada. A su alrededor, un juego de sillas blancas, con detalles de tallan la madera y también incrustaciones de metal, creando un diálogo continuo entre colores y texturas. A un costado, una consola para guardar la vajilla, realizada en madera laqueada en blanco, con detalles de espejos biselados. Sobre ésta, candelabros de cristal. La iluminación se logra con araña y lámparas de cristal con caireles. La lámpara se apoya sobre una mesa de servicio con estructura de metal y tapas de vidrio.
El otro espacio de uso común es el living. Este se estructura con dos sillones Chester blanco, con los tradicionales capitoné y patas plateadas, que se suman a la mesa baja cuadrada totalmente espejada y con detalles biselados. Como toque de color, un almohadón negro sobre el sillón.
A un costado, una consola de madera laqueada en blanco, con los detalles que se repiten realizados en espejo. Por la amplitud del ambiente, el piso de madera provoca que todo el mobiliario se luzca más. Para las ventanas, grandes cortinados hasta el piso que no rompen la monocromía.
El playroom se estructura con un sillón totalmente capitoné, de estilo contemporáneo y dispuesto en L. Es la antesala del “quincho en altura”. Los cabezales en un extremo acentúan el confort. La consola para los equipos electrónicos tampoco le escapó al blanco. Con detalles de espejos biselados, dialoga y está en sintonía con el muro espejado que está detrás y desde donde pende el gran LED. Líneas netas y con ángulos de 90° son ideales para que la vista se pose directamente en los detalles.
A continuación del último espacio mencionado, en el balcón se proyectó un segundo espacio para reunirse y comer al que llamaron “quincho en altura”. Por eso se dispuso allí una mesa con sillas, nuevamente todo en blanco, pero con un diseño más contemporáneo e informal. La estructura con mucha presencia de vidrio ayuda a que ese lugar sea usado como una especie de “quincho en altura”. La iluminación se usa solo de noche y proviene de una araña con caireles.
Por su parte, la cocina repite la estructura de muebles modernos, con terminaciones netas y en blanco total. Hasta los pisos son de porcelanato blanco. Como comedor diario se colocó una mesa con patas metálicas y tapa blanca laqueada. Completan el equipamiento ocho sillas modernas de estilo simple. La presencia de espejos agranda el espacio y también disimulan la presencia de los espacios de guardado.
Descanso
En el cuarto se repite la estructura del mobiliario totalmente en blanco y con detalles en espejo, aunque con menos presencia de las superficies que reflejan. Junto a la cama, las mesas de luz repiten el diseño de las consolas del living y el comedor. Las lámparas, con base de cristal y pantalla de género blanco.
El cabezal de la cama es capitoné, con la estructura clásica de madera tallada. A los pies, una cómoda con espacio para equipos electrónicos y sobre ésta un LED que se despega de la pared. A un costado, una banqueta capitoné es funcional para el momento de elegir el vestuario. Para sumar servicios, un escritorio con una lámpara moderna que es el punto de color negro dentro del cuarto.
En el baño, una gran mesada con líneas netas es la base para la doble bacha. Los cajones no poseen tirantes.