Nestlé contrató la consultoría de arquitectos holandeses Tinker Imagineers, quienes se encargaron de reconvertir su primer fábrica en una obra arquitectónica de vanguardia, en donde tecnología, diseño y decoración se complementan para darle a los visitantes una experiencia única.
El museo, dispuesto en cuatro ambientes, invita a recorrerse a partir de atracciones visuales e interactivas. Los espacios son: Fondations, donde se repasan la historia de la empresa; Seitgeist, dedicada a marketing y publicidad; Forum, en el cual se trata de las soluciones al hambre y la pobreza a partir de la alimentación; y la más llamativa, Visions, con experiencias multimedia.
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Otro de los espacios es el centro del museo llamado Piazza, que funciona como punto de encuentro, en donde se destacan las formas orgánicas y un enorme árbol de diseño, con hojas hechas con envoltorios de varios de sus productos.
