por | Mercedes Miganne | Arquitecta
Proyectar un complejo habitacional que incluya alrededor de 900 unidades es un desafío tanto desde lo formal como desde lo urbano. Cuando un programa de estas características llega a manos de un arquitecto, no sólo debe resolver la calidad espacial de cada ambiente sino cómo éstos van a coexistir dentro de un mismo complejo.
Bjarke Ingels, socio fundador de BIG, ha denominado este reto como “la paradoja de concebir un barrio dentro de un edificio”. Según su opinión, “la arquitectura es más atractiva con líneas simples e ideas claras. Sin embargo, una ciudad cobra vida cuando es rica en experiencias y sorpresas”. Esta singularidad de crear simplicidad y variedad en un mismo objeto es el foco de su diseño.
El dificio 8 House se encuentrada situado al sur de Orestad, en el borde del canal de Copenhague en Dinamarca, con vistas a una reserva natural denominada Kalvebod Fælled. Dicho lugar es un nuevo polo de desarrollo, donde se espera que vivan más de 100.000 personas en un futuro. Bajo un moderno concepto de ciudad, este complejo habitacional se propone como una nueva forma de vivir que combina el sentido de pertenencia y comunidad de los suburbios y las facilidades de la ciudad, con el metro en cercanías como red de transporte público primario. El programa de necesidades apunta a la creación de una edificación que hospede tanto a jóvenes como a familias emergentes y jubilados en un mismo conjunto. Probablemente, lo más característico sea como se entrelazan las diferentes actividades y el diálogo flexible con su entorno.
A simple vista es posible calificar el proyecto como un híbrido que combina las ventajas de un típico conjunto de viviendas europeo y una torre digna de una metrópoli. Armoniza las la compacidad y eficiencia de un edificio con patio que proporciona densidad, un sentido de intimidad y seguridad, con la ligereza y las amplias vistas de un rascacielos.
La forma sigue la función
A la hora de proyectar, los arquitectos parten de una división horizontal de las tipologías con el fin de evitar la separación en bloques según su destino. En este sentido, el programa comercial se desarrolla en la base del edificio en sintonía con la vida en la calle. Los departamentos ubicados en los pisos superiores, gozan de la vista aérea, luz solar y aire fresco. Asimismo, se proyecta un amplio sendero público que se extiende desde la calle a las viviendas de los últimos pisos, serpenteando a través de un bloque de perímetro urbano. Esta estrategia proporciona a cada unidad un contacto directo con los espacios comunes, evitando el usual aislamiento que sufren los departamentos en edificios de vivienda.
Las terrazas verdes se enmarcan dentro de las nuevas teorías sustentables de la construcción. Esta decisión, junto con los patios, no sólo ayuda a reducir el efecto de isla de calor urbana, sino que contribuye a la incorporación de la naturaleza en las ciudades.
En cuanto a la morfología del conjunto, se parte de un bloque rectangular con un patio central. En función de las necesidades, se realizan las distorsiones precisas para optimizar y proporcionar a cada sector sus máximas posibilidades.
En primer lugar, a fin de beneficiar el entorno, se ha pretendido crear un paso sobre los lados largos del bloque que permita atravesar el conjunto. Es así como “empujan” dichas caras hacia el centro y crean la figura en forma de ocho. Esta operación no sólo forma dos espacios separados por un nodo donde se ubican las instalaciones, sino que ensancha las veredas creando una plaza de acceso a ambos lados.
Considerando los puntos cardinales como moderadoras de los espacios, se suprimen los pisos de oficinas hacia el sur, donde el sol de la tarde no los beneficia y se compensa incrementándolos sobre el extremo norte. Esto provoca un efecto escalonado del edificio hacia la mejor orientación solar, iluminando naturalmente todas las unidades y los patios centrales.
Las dos alteraciones del bloque no solo optimizan los ambientes sino que le dan un efecto de sendero de montaña al camino que recorre todos los componentes del conjunto.
Creatividad y compromiso
Desde su estudio, Ingels admite que el proyecto es una apuesta por la creatividad y la experimentación, que sorprende e invita a reflexionar sobre el desarrollo de una vida basada en un sentido de comunidad. Esa premisa es la base de un diseño que apunta a crear una suerte de tejido urbano de nueva era y no un objeto estético desarraigado de su entorno y sus raíces. Cada una de las decisiones de diseño, fueron tomadas con un compromiso espacial y social.
La arquitectura racional del siglo XX ha dejado en el camino varios intentos fallidos de crear conjuntos habitacionales de esta envergadura y el fracaso se daba, por lo general, por una desestimación de las necesidades y problemáticas que enriquecen a una ciudad.
La propuesta abre una nueva posibilidad dentro de estas tipologías, poniendo el acento en el sentido de comunidad, sin olvidar como factor fundamental la invitación al compromiso por parte de quienes lo habiten. Por esta misma razón, plantea una dinámica espacial donde la vida social, el encuentro y la interacción espontánea con el vecino se expande hasta la cima del conjunto.
Proyectar un edificio de uso mixto en un sector vacío implica un desafío de revitalización urbana, que sin dejar de tener en cuenta los esfuerzos que involucran una construcción de tal extensión, apuesta al desarrollo social de la comunidad.
ficha técnica
Cliente: St. Frederikslund Holding.
Año: 2010.
Ubicación: Copenhague, Dinamarca.
Superficie construida: 61,000 m2, 476 residencias.
Estudio de Arquitectura: BIG – Bjarke Ingels Group
Arquitecto a cargo: Bjarke Ingels, Thomas Christoffersen
Jefes de proyecto: Ole Elkjaer-Larsen y Henrick Poulsen.
Managers de proyecto: Finn Norkjaer y Henrik Lund.
Colaboradores: Hoepfner Partners, Moe & Brodsgaard y KLAR.
Equipo: Dennis Rasmussen, Rune Hansen, Agustin Perez Torres, Annette Jensen, Carolien Schippers, Caroline Vogelius Wiener, Claus Tversted, David Duffus, Hans Larsen, Jan Magasanik, Anders Nissen, Christian Alvarez Gomez, Hjalti Gestsson, Johan Cool, James Duggan Schrader, Jakob Lange, Kirstine Ragnhild, Jakob Monefeldt, Jeppe Marling Kiib, Joost Van Nes, Kasia Brzusnian, Kasper BroendumLarsen, Louise Heboell, Maria Sole Bravo, Ole Nannberg, Pablo Labra, Pernille Uglvig Jessen, Peter Rieff, Peter Voigt Albertsen, Peter Larsson, Rasmus Kragh Bjerregaard, Richard Howis, Soeren Lambertsen, Eduardo Perez, Ondrej Tichy, Sara Sosio, Karsten, Hammer Hansen, Christer Nesvik, Soeren Peter Kristensen, Lacin Karaoz, Marcello Cova, Luis Felipe Gonz.lez Delgado, Janghee Yoo y SunMing Lee.
Estudio BIG:
Bjarke Ingels Group (BIG) es un paradigmático estudio de arquitectura danés fundado en el año 2005 que actualmente tiene sedes en Copenhague y Nueva York. Su fundadador, Ingels, a pesar de su corta edad tiene un historial de participaciones en varios estudios de alto reconocimiento en el ambiente, incluido Rem Koolhaas.
Desde su trabajo, ha creado una reputación por completar edificios innovadores tanto desde su concepción como desde su tecnología, optimizando el costo y consumo de recursos. Superó los cánones establecidos de los proyectos sin claridad e inanimados en la escena arquitectónica y rompió los moldes convencionales de las tipologías de edificaciones.
En cuanto a sus métodos proyectuales, el propio fundador se presenta como una alternativa a las ideas actuales. Se sitúa en el límite entre lo pragmático y lo vanguardista de las nuevas fórmulas de diseño, donde la visualización digital y la exacerbación por la forma parecen ser los rectores, y la construcción tradicional que responde al leyes de mercado y producción en masa.
En el año 2010 fue premiado con el European Prize for Architecture, el cual se entrega cada año a un arquitecto que se le considera visionario y talentoso con una importante obra de contribución a la humanidad.