Los museos siempre han sido espacios cuya finalidad es la de acercar al público una serie de objetos que hacen a la cultura. En los últimos tiempos, este fin ha evolucionado, notándose un incremento en nuevos emprendimientos privados dedicados a exposiciones temáticas. Ubicado en esta esfera se encuentra el Museo de Mercedes Benz, que con un audaz diseño, abre una muestra de más de 120 años de historia en la industria automotriz.
Terminado en el año 2006, el complejo ubicado en la ciudad de Stuttgart, Alemania, cuenta con un restaurante, tiendas, oficinas y un auditorio, además de los innovadores espacios de exhibición.
El proyecto, nació de la iniciativa de Daimler CI de ampliar su sede automotriz con un área de exposición y el desafío fue el de crear un edificio que albergara una variedad de recorridos que fluyeran a través de una muestra estanca e invariable. Mientras que en las salas tradicionales el dinamismo viene ya dado por el recambio de los objetos expuestos, aquí la clave radicó en tomar esa estanqueidad como una ventaja a la hora de programar los espacios y lograr así una obra arquitectónica valiosa en si misma.
La propuesta inicial es la de un espacio integrador. En el medio se plantea un gran vacío que hace sus veces de atrio y sobre los extremos en forma de rampas envolventes se ubica el espacio de exposición.
El recorrido es de arriba hacia abajo. Mediante ascensores los visitantes son llevados al último nivel y allí tienen la posibilidad de elegir entre dos circuitos materializados por las dos espirales entrelazadas que le dan cierre al conjunto. Este planteo espacial, que en principio podemos asociarlo al del Guggenheim de NYC o al Centro Pompidu por su diagramación que rodea el núcleo del proyecto, tomó estos logros de la arquitectura moderna a su favor y redobló la apuesta con un diseño único.
Los visitantes, entonces, comienzan a transitar el espacio desde el punto más alto desde donde pueden optar por los dos caminos que ofrecen las rampas. Uno conduce a las galerías con luz natural donde están expuestos los modelos de autos más emblemáticos y la otra dirige hacia salas cerradas donde se expone la historia de la empresa.
En cada piso estos dos recorridos se unen y dan la posibilidad de una visita más libre, pudiendo cambiar de dirección, y también de experiencia, cuando se desee.
Ben van Berkel, uno de los arquitectos fundadores de UNStudio expresa al respecto: “De repente se ven objetos y personas. De repente no. Resulta difícil saber en un momento determinado en dónde se encuentra uno con exactitud. Se puede estar en el espacio correcto, pero en el lugar equivocado, o en el lugar correcto pero el espacio equivocado. El edificio no deja de desplegarse y de sorprendernos”.
El modelo geométrico se basa en la superposición de tres círculos, dejando el espacio central donde convergen como atrio principal. Esta disposición centrípeta, hace que los mismos usuarios “giren” alrededor de un centro común, pero al mismo tiempo no pierdan el contacto con el entorno urbano, gracias a su fachada permeable.
Hay quienes ubican al edificio dentro de la categoría “ barroco digital”, por su complejidad formal y sus cautivadores ambientes unidos a los métodos tecnológicos para su ejecución.
La originalidad del Museo de Mercedes Benz recae en sus principios espaciales únicos, y logra un cambio radical en una tipología establecida. Este proyecto, desplaza el prototipo de arquitectura moderna que enmarca los ambientes en cubos minimalistas y mediante el estudio de los recorridos y las experiencias de visita a espacios públicos, crea una forma mucho más ajustada. Los espacios carecen de aristas, no tienen esquinas ni espacios oblicuos, el camino por edifico se produce naturalmente a través del mismo y es esta forma mucho más amable con el andar la que invita dinámicamente a visitarlo.
FICHA TÉCNICA
Comitente: Mercedes Benz
Autor: UNStudio
Superficie total: 16.500 m2
Año: 2003-2006
Reconocimientos: Finalista del Premio Mies Van Der Rohe 2006.
Materiales: Hormigón armado, chapas de aluminio y cristal.
Características: 4.800 metros cuadrados y una altura de 47,5 metros.
UNStudio
Especializado en arquitectura, desarrollo urbano y proyectos de infraestructura, UNStudio es un equipo de diseño holandés fundado en 1998 por Ben van Berkel y Caroline Bos. Su nombre, deviene de United Network (red unida), en referencia a la naturaleza colaborativa de la empresa.
Con sede en Ámsterdam y un staff conformado por personas de todo el mundo, UNStudio ha trabajado internacionalmente desde su creación, desarrollando un amplio abanico de obras como edificios públicos, infraestructuras, oficinas, viviendas, productos y planes urbanísticos.
Su arquitectura es el resultado de una estrategia creativa que avanza constantemente de distintas formas por medio de leitmotivs denominados “modelos de diseño”.
Entre sus principales obras se destacan:
Puente Erasmus. Rotterdam, Países Bajos. 1990-1996.
Complejo de Oficinas La Defense. Almere, Países Bajos. 1999-2004.
Teatro Agora. Lelystad, Países Bajos. 2002-2007.