Fotografía| @osvaldolaportok
Osvaldo Laport y familia han encontrado su propio paraíso en una extensa propiedad en Pacheco, al norte del Gran Buenos Aires.
La casa colonial, un hogar que ha sido testigo de más de 30 años de vivencias familiares, se erige como un refugio de tranquilidad donde el aire fresco y los lujos se fusionan en perfecta armonía.
Dentro de la vivienda la madera predomina en amplios espacios que evocan un estilo campestre y hogareño.
Grandes ventanales permiten la entrada de luz natural, mientras que los muebles de cuero y pana complementan la atmósfera.
La alfombra de cuero de vaca en el living destaca como un elemento autóctono que brinda un toque colonial tan característico.
Con una amplia piscina en cascada, un vasto parque arbolado y un auténtico asador criollo, la propiedad ofrece una experiencia de vida que combina lujo y naturaleza.
La parrilla se convierte en el epicentro de las reuniones familiares y sociales. Laport, fiel a sus raíces, deleita a amigos y familiares con su habilidad culinaria, preparando carnes de todo tipo.
El enorme parque circundante se convierte en el escenario perfecto para disfrutar de días soleados al aire libre. En un sector del terreno, la esposa de Laport, Viviana Sáez, cultiva su propia huerta, contribuyendo a la frescura de las comidas familiares con ingredientes cosechados a diario.
