Fotografía | Pampa films
Homo Argentum es la nueva comedia que marca el regreso de Guillermo Francella a la pantalla grande. Dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat, la película se estrena el 14 de agosto de 2025 y promete una mirada ácida, divertida y profundamente argentina sobre nuestra sociedad.

UN RETRATO EN CLAVE DE HUMOR
La película se estructura como una antología compuesta por 16 historias breves. Cada una de ellas funciona de manera independiente, pero en conjunto construyen un retrato coral del “ser argentino”.
Con situaciones tan reconocibles como absurdas, el film aborda temáticas cotidianas —como el dólar blue, la fama, la educación o la convivencia— con una mezcla de ironía, ternura y reflexión.
En un desafío actoral poco común, Guillermo Francella interpreta a todos los protagonistas de las distintas historias.
Desde un director de cine narcisista hasta un padre de familia en crisis, cada personaje pone a prueba su versatilidad. La transformación física y emocional en cada uno de estos roles confirma su lugar como uno de los actores más completos del cine nacional.
INSPIRADA EN LA COMEDIA ITALIANA
El espíritu de Homo Argentum remite a los grandes clásicos de la comedia social italiana.
Con una narrativa que alterna entre el humor desbordado y la crítica mordaz, la película evoca obras como Los Monstruos o Los nuevos monstruos, pero adaptadas a la idiosincrasia local. El resultado es una radiografía cultural cargada de sarcasmo, nostalgia y actualidad.
Rodada en locaciones de Argentina e Italia, Homo Argentum no solo dialoga con las raíces del cine europeo, sino que también propone una forma de entender lo argentino desde una perspectiva más amplia.
Las escenas, visualmente potentes y cuidadosamente producidas, acompañan una estructura narrativa dinámica que invita a la risa, pero también a la introspección.
Con Homo Argentum, Francella, Cohn y Duprat se animan a incomodar, entretener y emocionar en partes iguales.
Una propuesta que invita a mirarnos en el espejo sin solemnidad, con una sonrisa —y quizás, con un poco de autocrítica.