Fotografía | Marko Gardilcic, Christian Matzner, Gaudí Rancagua
Es un hecho, se empezará a edificar la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, en la ciudad de Rancagua, Chile. Antoni Guadí, el emblemático arquitecto catalán , se encargó de darle forma a la idea hace casi un siglo.
La capilla medirá 10 por 10 metros en planta y 30 metros de altura. Además, tendrá un costo aproximado de 9.000 millones de pesos chilenos (unos 12 millones de dólares).
Antoni Guadí creó el proyecto de Nuestra Señora de los Ángeles en el año 1922. Luego de la construcción de la memorable Sagrada Familia en Barcelona, el arquitecto buscó expandir su trabajo hacia tierras chilenas.
A su vez, buscó generar una reconciliación con el país sudamericano tras la guerra por la Independencia de Chile en 1984.
Guadí falleció en 1926 y la realización de la capilla se demoró. Sin embargo, el arquitecto de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU) de la Universidad de Chile, Christian Matzner, llevó a cabo el trabajo de reanudación para que Nuestra Señora de los Ángeles cobre vida en la ciudad de Rancagua.
EL LEGADO DE ANTONI GAUDÍ
Antoni Gaudí desarrolló una racionalidad técnica que justificó en la implementación de los materiales y un prodigioso dominio de las formas.
En oposición a las corrientes de la arquitectura occidental moderna, insistió en un pensamiento que lo llevó a crear una obra repleta de contenidos simbólicos.
Gaudí se propuso aportar soluciones prácticas, pero sus resultados fueron más allá. Supo traspasar la frontera entre naturaleza y arte, creando una nueva arquitectura basada en las líneas curvas, experimentando estructuras y nuevas formas de una manera continuada.
Nació en Reus, Cataluña, el 25 de junio de 1852. En su pueblo natal realizó los primeros estudios y desde 1863 hasta 1873 continuó su formación en la Facultad de Ciencias de Barcelona. Ese último año, empezó a cursar en la Escuela Provincial de Arquitectura de la Ciudad Condal. Finalmente, en 1878, se graduó de arquitecto.
Su despegue como referente a nivel global se enmarcó en una época de fuerte desarrollo económico y urbanístico de Barcelona. La adopción de los cambios técnicos impulsados por la revolución industrial tanto como el auge de una burguesía catalana próspera e interesada en proyectos artísticos representativos influyeron notablemente en Gaudí.
Estudioso de la profundidad de las formas orgánicas de la naturaleza, persiguió un lenguaje capaz de plasmar estas ideas en la arquitectura. Sostenía que la curva era la línea de Dios y la recta, la de los hombres. Quizá por esto la curva es esencial en su obra. Descubrió como materializarlas y supo copiar estos conceptos mediante el aprendizaje empírico de su entorno.
Entre sus principales fuentes de inspiración podemos mencionar la montaña de Montserrat Cueva del Salnitre (Collbató), las cuevas de Mallorca, los riscos de Fra Guerau en la sierra de Prades cerca de Reus, la montaña de Pareis al norte de Mallorca o Sant Miquel del Fai en Bigas.