Fotografía| Damon Higgins / Web
La mansión de Donald Trump, Mar-a-Lago, ubicada en Palm Beach, Florida, es una de sus propiedades más icónicas, donde reside de manera permanente desde que dejó la presidencia en 2021.
Construida en la década de 1920, esta icónica propiedad ha sido testigo de numerosos eventos sociales y reuniones políticas.
Con más de 58 habitaciones y rodeada de exuberantes jardines, la mansión es un verdadero emblema de lujo y poder.
LA HISTORIA DE LA MANSIÓN DE DONALD TRUMP
Mar-a-Lago fue construida entre 1924 y 1927 por la socialité Marjorie Merriweather Post, quien buscaba un lugar exclusivo con vistas tanto al Océano Atlántico como al Intracostal Waterway.
El nombre, que significa “Mar al Lago”, alude a su ubicación entre el mar y una laguna. La mansión, con una combinación de renacimiento español y detalles árabes, evoca el estilo de un palacio europeo.
Tras la muerte de Post en 1973, la propiedad fue heredada por el gobierno de Estados Unidos, que planeaba convertirla en un retiro presidencial.
Sin embargo, debido a los altos costos de mantenimiento, fue devuelta a la Fundación Post.
En 1985, Donald Trump la compró por aproximadamente 10 millones de dólares, una cifra muy inferior a su valor actual.
CARACTERÍSTICAS DE LA PROPIEDAD DONDE VIVE DONALD TRUMP
Mar-a-Lago abarca más de 10 hectáreas y 5.800 metros cuadrados de superficie habitable.
La mansión cuenta con 126 habitaciones, más de 50 dormitorios y 30 baños, además de una majestuosa sala de baile con detalles dorados, biblioteca, piscinas, spa y varios salones para grandes eventos.
Desde 1995, Trump convirtió parte de la propiedad en un exclusivo club privado, atrayendo a la élite social y política.
Los miembros contribuyen con una cuota anual que les otorga acceso a exclusivas comodidades, como canchas de tenis, una playa privada y un campo de golf cercano.