Por | Lemarchi Arquitetura Office | Fotografía | Renata Freitas
Inspirado en los hoteles contemporáneos de México, Departamento Tulum es un penthouse dúplex diseñado por la arquitecta Letícia Marchizelli que refleja la acogedora atmósfera de este destino, con espacios cálidos e invitantes, combinando funcionalidad y estilo que lo transforman en un verdadero refugio moderno.
Ubicado en la región de Perdizes, el departamento de 80m² desarrollado para una diseñadora de moda de Havaianas, presenta una paleta de colores suaves y elementos naturales que transmiten calma y serenidad, reflejo de su identidad y fuente de inspiración para sus creaciones.
El trabajo surgió del poder de las redes sociales, que cada vez conecta más a las personas, oportunidades y asociaciones. Durante una visita de la arquitecta a una tienda de muebles en São Paulo, compartió la experiencia en Instagram.
La clienta, que seguía la marca, vio la publicación y decidió visitar la página de la arquitecta. Lo que se suponía que era una publicación casual se convirtió en una oportunidad profesional, así como en una gran amistad.
El dúplex era antiguo y la distribución ya había sido modificada por el residente anterior, quien en su momento había comprado el departamento de abajo, transformándolo en un tríplex.
Fue necesario llevar a cabo una renovación completa, resolviendo problemas estructurales y de cierres.
Reubicar la escalera a su posición original fue un punto de partida muy importante para los dos pisos, lo que también implicó reforzar la losa de acceso. El revestimiento también era más grande de lo necesario y se redujo.
El primer piso tenía una especie de «diente», un pequeño escalón que el residente anterior había colocado, y esto contribuía a reducir la altura del techo.
Letícia optó por eliminarlo para nivelar los espacios y dar una sensación de amplitud. Y para ofrecer una mayor integración y crear un ambiente acogedor, se eligió usar un solo piso en todo el suelo, el porcelanato Battuto SGR Nat de Portinari, que también cubrió el borde de la piscina, anteriormente cubierto por una tarima de madera.
La cocina, que era muy pequeña y cerrada, se integró para ampliar los espacios y hacerlos aún más fluidos.
El banco de comedor junto a la isla aportó funcionalidad y practicidad, además de promover la interacción desde todos los rincones.
A su vez, el stand redondo se destacó con el azulejo Marrakesh Off White BR, de Decortiles, que tiene un aspecto mojado y da una sensación de SPA. La puerta al balcón se cambió para que pudiera abrirse hacia ambos lados.
Todas las partes eléctricas e hidráulicas se reemplazaron, además de los marcos, que eran muy antiguos y estaban atascados.
La sala se iluminó con dos perfiles de LED que cruzan sus extremos. En la parte curva, donde se encuentran las vigas estructurales del piso superior, se utilizaron algunos focos para proporcionar una luz más decorativa. Los dos colgantes sobre el mostrador añadieron encanto y belleza al espacio.
Para añadir un toque de color a la sala, la clienta eligió mantener el color mostaza de su sofá, que se renovó para estar más cerca del modelo presentado en Departamento Tulum.
Una pieza especial que compone el espacio es el cuadro del artista Shepard Fairey, una de las principales referencias del arte callejero contemporáneo en Estados Unidos, que recibió de su hermano, firmado por el artista.
Otra pieza muy especial y afectuosa es la butaca que fue desarrollada por su propio padre, un ingeniero curioso que ama arriesgarse. La clienta le había comentado que le gustaba mucho un modelo que vio en una tienda, por lo que, para sorprenderla, diseñó una réplica y, junto con el carpintero de la familia, la produjo.
En el piso superior, el techo curvo de la parte estructural es el original del edificio, al igual que las fachadas del balcón, que también siguen este patrón.
Sin embargo, el residente anterior había construido un techo recto en este piso para reducir la altura del techo. Así que la idea aquí fue asumir esta curvatura de una vez por todas, haciendo el espacio aún más amplio y acogedor.
El armario del vestidor pudo extenderse hasta el techo y los espacios ganaron lámparas colgantes. El cabecero de la cama tuvo que ser creado con más profundidad, para hacerlo recto, ya que la curvatura de la pared comienza desde abajo.
También, el revestimiento del piso se cambió completamente, siguiendo la planificación unitaria del piso, y recibió un laminado de madera de Eucafloor, Click New Elegance Veneto.
El antiguo baño era enorme y no tenía mucho sentido para la clienta. Entonces, el espacio se redujo y recibió un nuevo revestimiento, el porcelanato Confete Ceusa.
Departamento Tulum aún tenía una bañera dentro de la habitación que no era de interés, por lo que se eliminó, liberando más espacio para la circulación.
Pero la mayor complejidad fue cambiar el vidrio de la habitación, debido a su tamaño, curvatura y material, un tipo de policarbonato que inhibía la entrada de luz. La solución fue crear una ventana corrediza más grande, que, al igual que la puerta de abajo, tenía 5 hojas y se abría hacia ambos lados, estandarizando las aberturas en la fachada. Se mantuvo la estructura curva, pero en lugar de policarbonato, se utilizó vidrio con protección térmica.
Y la disposición de la mesa de trabajo frente a la ventana se diseñó estratégicamente para disfrutar de la vista de la ciudad y la piscina, además de la luz natural que irradia aún más confort. Una de las principales solicitudes de la clienta fue que el ambiente de trabajo fuera especial, con un amplio espacio para tener una máquina de coser para probar telas, una mesa de trabajo para crear dibujos, una mesa de computadora, así como espacio de apoyo, maniquí, etc.
El toque final fue la disposición de la tabla de surf fijada a la pared de las escaleras. Además de ser diseñadora, la clienta ama el surf, y quería que Departamento Tulum también reflejara esta vibra playera de su personalidad.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Lemarchi Arquitetura Office.
Lugar: Tulum, México.
Área: 80 m².
Año: 2024.
Fotografía: Renata Freitas.
