Fotos | @visitsifnosisland
Con más de 200 islas habitadas en Grecia, queremos llevarte más allá de la visita típica a Santorini y descubrir otros impresionantes destinos para disfrutar de encantadoras puestas de sol sobre el Mediterráneo.
MILOS
La espectacular costa de Milos es lo que la distingue, con más de 70 playas. El paisaje blanco y lunar de la playa más popular de Milos, Sarakiniko, fue esculpido por el viento y el mar durante eones.
La única forma de acceder a los mejores lugares para nadar es en barco, incluidas las calas de Kleftiko, una antigua guarida de piratas. Estas aguas azul eléctrico son algunas de las más claras que encontrarás en Grecia.
Todas las aventuras de snorkel abren el apetito. Si ve pulpos colgados a lo largo de la costa azotada por el viento, ese el lugar correcto. Recomendamos el souvlaki de pez espada con salsa de limón, regado con ouzo.
Para el atardecer, hay que explorar las calles empedradas de Plaka, la capital de la colina. Una vez en lo alto, disfrute del atardecer y las impresionantes vistas sobre el Golfo de Milos.
SIFNOS
La isla gourmet de Sifnos tiene todos los ingredientes de una idílica escapada griega para saborear a ritmo lento. En el momento en que se baja del ferry en el puerto de Kamares, el aroma de las hierbas se transporta con la brisa marina. Es el primer indicio del paraíso epicúreo por venir.
La reputación culinaria de Sifnos se debe a que es el lugar de nacimiento del primer chef célebre de Grecia, Nikolaos Tselementes. Después de publicar una serie de recetas en 1910, su nombre se convirtió en sinónimo de la palabra ‘libro de cocina’.
La pequeña isla está atravesada por una red de 100 km de senderos para caminar. Es ideal caminar desde Verina Astra hasta la ciudadela medieval de Kastro. Un camino bordeado de flores silvestres conduce a la Iglesia de los Siete Mártires, encaramada en el promontorio rodeada de aguas color esmeralda, donde los bañistas nadan desnudos como ninfas.
SIROS
Cuando su ferry llegue a Ermoupoli, es posible que confunda el resplandeciente puerto con la Riviera italiana. Si espera un remanso griego somnoliento, se sorprenderá al ver que la capital de Syros parece más veneciana que griega.
Florecen los palacios neoclásicos en tonos pastel, plazas con pavimento de mármol y el Teatro Apollon. Además hay un teatro de ópera del siglo XIX inspirado en el icónico La Scala de Milán.
La grandeza arquitectónica insinúa el pasado de Syros como un importante centro comercial, alguna vez más rico que Atenas.
Una visita obligada es la iglesia ortodoxa de San Nicolás. Esta cuenta con un gran frescor, donde el sonido del coro se extiende por las majestuosas calles de Vaporia. El vecindario está bordeado por las casas de los capitanes de mar adinerados enclavadas en las rocas.
