Por | Valdezarqs | Fotografía | Raul Hernández
A las afueras de San Cristóbal de las Casas, en el bosque de niebla del Huitepec, Casa La Sierra emerge desde el paisaje como otro elemento natural. Su presencia implica converger con la esencia del sitio, se vuelve símbolo y lenguaje de resguardo, un gesto de protección hacia la identidad del lugar.

No es un objeto ajeno, sino un fragmento de la montaña, una escultura habitada que respira con la misma cadencia del bosque. Su forma no busca imponerse, sino convivir; seguir la pendiente como quien traza un diálogo con la tierra. Cimenta solo lo necesario, permitiendo que la montaña conserve su pulso.


Un puente suspendido marca la transición entre lo cotidiano y lo interior, un umbral de silencio, una pausa antes del refugio. En la base, los servicios se resguardan en el frío del subsuelo.
Arriba, los medios niveles acompañan el ascenso natural del relieve y revelan el bosque desde distintas alturas, el follaje, las ramas, las copas abiertas al cielo.


Su piel, hecha de la misma tierra que la vio nacer y de barro recocido moldeado por manos locales, respira con la humedad y guarda la calidez del fuego interior. Casa La Sierra es contemplación construida, una pausa de ladrillo y tierra donde la geometría y la montaña se reconocen, y habitar es también escuchar, mirar y permanecer.


FICHA TÉCNICA
Arquitectura: Valdezarqs.
Ubicación: San Cristóbal de las Casas, México.
Año: 2024.
Área: 478 metros cuadrados.
Fotografía: Raul Hernández.

























