Por | Fran Silvestre Arquitectos | Fotografía | Fernando Guerra
¿Es posible restaurar una forma de vida? ¿Se puede hacer con la misma delicadeza con la que se recupera un objeto antiguo? Casa Mas Cadalt nace primero de comprender y después de intervenir únicamente donde es necesario. Situado en pleno Serrat de la Cadalt, el encargo consiste en actualizar una masía que había quedado abandonada, adaptándola a las necesidades contemporáneas.

A través de una tradición reinterpretada se mantiene la volumetría y la tipología original, transformando únicamente aquello que es imprescindible. Se ha respetado la dimensión de los espacios existentes, haciendo coincidir cada uno de ellos con una parte del nuevo programa.
Los nuevos habitantes dejaron atrás su vida en Londres para comenzar una nueva etapa en Girona, entre árboles, calma y luz.
Quizás este proyecto sea también un buen ejemplo de una idea que comenzó a tomar forma en los años noventa: la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar. La actividad profesional que desarrollaban en Londres continúa intacta, pero ahora se ejerce desde un entorno natural excepcional.

En la planta de acceso se ubican la cocina —que incorpora la triple altura del torreón existente— y el salón orientado hacia las vistas de la Sierra de la Cadalt. En la planta superior se disponen dos habitaciones, mientras que en la planta inferior se ha reinterpretado el antiguo espacio destinado a los animales como una sala polivalente.

El volumen adyacente que en su día albergaba elementos de labranza se ha reutilizado como garaje y, en su planta superior, se ha dispuesto un estudio desde el cual el diseñador Terence Woodgate dirige su trabajo.
El sistema constructivo tradicional en este tipo de masías gerundenses, común en toda la región del Empordà, se basa en muros portantes de piedra caliza de mampostería irregular, unidos mediante un mortero de cal aérea.
Las esquinas, los dinteles y las jambas se ejecutaban con sillares bien labrados, que aportaban precisión estructural y estabilidad al conjunto.

En el interior, era habitual revestir los paramentos con un enlucido de cal y arena, terminado con una capa de cal apagada. Este acabado permitía facilitar la limpieza y, sobre todo, mejorar la luminosidad de los espacios interiores.
En la intervención actual, tras la reconstrucción y reparación de los muros portantes de piedra caliza, se ha incorporado una capa de aislamiento térmico a base de corcho, que garantiza un mejor comportamiento energético.

Hacia el interior, se ha ejecutado una segunda piel que permite incrementar la luminosidad, mejorar las condiciones de mantenimiento e integrar de forma discreta todas las instalaciones necesarias para el uso contemporáneo de la vivienda. El pavimento, realizado también en piedra caliza, mantiene la coherencia material de la intervención.

El interior ha sido concebido como un espacio raptado entre la arquitectura y el diseño de producto. En este sentido, las tomas eléctricas se enrasan con los paramentos, los elementos constructivos se tocan en un único punto y cada decisión busca ser honesta con la época en la que se ha llevado a cabo la intervención, generando un diálogo preciso entre lo existente y lo contemporáneo.
Casa Mas Cadalt es completamente independiente desde el punto de vista energético e hídrico. Gracias a la instalación de paneles fotovoltaicos con baterías y a un sistema de aljibes diseñados específicamente, la propiedad alcanza un alto grado de autosuficiencia.

Uno de los aljibes se trasforma en alberca en la que poder refrescarse. Las hectáreas de terreno que la rodean, algunas de ellas cultivadas, producen alimentos más que suficientes para cubrir las necesidades de la pareja británica que habita la masía.
A veces se dice que, cuando alguien inicia una tarea creativa, en su estudio están presentes sus amigos y sus enemigos, su familia, todas sus vivencias y recuerdos, sus miedos y sus deseos. Pero que, si se toma el tiempo necesario, todos ellos van marchándose poco a poco, y, con suerte, al final uno mismo desaparece.

Gusta pensar que este proyecto se ha desarrollado desde esa actitud: desde la naturalidad de recomponer las piezas deterioradas y añadir únicamente aquellas que faltaban.

FICHA TÉCNICA
Arquitectura: Fran Silvestre Arquitectos.
Ubicación: Canet d’Adri, España.
Año: 2025.
Área: 385 metros cuadrados.
Fotografía: Fernando Guerra.


























