Fotografía | Casio
En su 50º aniversario, la firma japonesa presenta una pieza que desafía los límites entre el diseño de joyería y la tecnología digital. El nuevo Casio Gold Ring, modelo CRW001G-9JR, rinde homenaje a la trayectoria de la marca combinando la estética dorada de los años dorados del futurismo con la precisión que siempre la distinguió.
UNA PIEZA DE COLECCIÓN LIMITADA
Disponible únicamente a través de un sorteo en el sitio oficial de Casio hasta el 6 de octubre, el Casio Gold Ring no es un reloj convencional. Es una pieza de colección pensada para fanáticos del diseño y de la innovación.
Su estructura está fabricada en acero inoxidable mediante un proceso de inyección metálica (Metal Injection Molding), lo que le otorga solidez y detalle artesanal en cada curva.
El acabado gold ion plating refuerza su presencia como un accesorio de lujo, mientras que su forma compacta mantiene la esencia del “anillo-reloj” que debutó el año pasado. En esta nueva edición, Casio logra equilibrar el brillo de la joyería con la sobriedad de la ingeniería digital.
DISEÑO Y FUNCIONALIDAD EN UN SOLO GESTO
El cuerpo del anillo fue diseñado como una única pieza sellada mediante mirror bonding, garantizando resistencia al agua en el uso diario.
Además, incluye dos espaciadores que permiten ajustar el tamaño de la base 22 a medidas más pequeñas —19 o 16— para lograr un calce perfecto.
En el frente, su pantalla LCD de siete segmentos mantiene el espíritu retro que definió a Casio durante décadas.
Ofrece funciones clásicas como hora, fecha, cronómetro y doble huso horario, con un alerta lumínica discreta que parpadea a intervalos, reafirmando su perfil minimalista y funcional.
50 AÑOS DE INNOVACIÓN Y ESTILO
Con el Casio Gold Ring, la marca japonesa no solo celebra medio siglo de historia: también reafirma su identidad como pionera en transformar lo cotidiano en ícono.
Desde las calculadoras de pulsera hasta los relojes digitales que marcaron generaciones, su legado se refleja hoy en esta joya dorada que simboliza el paso del tiempo… y cómo medirlo con estilo.
