Fotografía| Warner Bros/ Niko Tavernise
Pocos directores de cine logran capturar la sensualidad de una manera tan provocativa como Luca Guadagnino. Con obras como «I Am Love» y «Call Me By Your Name», ha explorado la tensión erótica de manera magistral. Ahora, con «Challengers», nos sumerge en una trama que oscila entre lo audaz y lo atrevido, pero que resulta irresistiblemente divertida por su desenfreno.
¿DE QUÉ SE TRATA CHALLENGERS?
En el centro de la trama está Zendaya, quien interpreta a Tashi, una ex prodigio del tenis que ahora se dedica a entrenar a su esposo, Art, un campeón en declive interpretado por Mike Faist.
La relación de poder entre ellos es evidente, con Tashi asumiendo el control al optar por retirar a Art de una importante competencia para inscribirlo en un torneo regional menos relevante.
Sin embargo, no anticipaban encontrarse con Patrick Zweig, el antiguo amor de Tashi y el ex mejor amigo de Art, interpretado por el encantador Josh O’Connor.
Challengers nos lleva en un viaje a través del tiempo, saltando entre el presente y el pasado, para revelar los entrelazados destinos de estos tres personajes.
Desde sus días como prometedores jugadores junior hasta el presente, donde el amor, la rivalidad y la pasión por el tenis los envuelven en un torbellino de emociones.
La música, a cargo de Trent Reznor y Atticus Ross, acompaña cada momento con una intensidad que refleja la ferocidad de los enfrentamientos tanto en la cancha como en la vida amorosa de los protagonistas.
Más allá de la trama cliché de un triángulo amoroso, es Zendaya quien brilla con luz propia en cada escena. Su actuación magnética domina la pantalla, llevándonos de la mano a través de la complejidad de su personaje.
Tashi no es solo el objeto del deseo de dos hombres, sino una mujer que sabe lo que quiere y está dispuesta a luchar por ello.
Faist y O’Connor también entregan interpretaciones sólidas, construyendo personajes que evolucionan notablemente a lo largo de la historia.
