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La última apuesta de Pixar no logra conquistar y confirma un momento delicado para la animación de Disney. ‘Elio’ llegó a los cines con la promesa de una aventura intergaláctica única, pero el público le dio la espalda.
En su primer fin de semana, la nueva película de Pixar no solo decepcionó en taquilla, sino que también profundizó la crisis creativa que el estudio arrastra desde hace varios años.
Ni su despliegue visual ni la historia del niño abducido por alienígenas lograron emocionar.
UN DEBUT QUE DEJÓ GUSTO A POCO
‘Elio’ apenas supera los USD 18 millones y marca uno de los peores estrenos del estudio.
Ni la ciencia ficción ni los alienígenas pudieron salvar a ‘Elio’ del mal paso. Con una recaudación inicial por debajo de los USD 20 millones, la película se ubica entre las aperturas más flojas de Pixar.
Y teniendo en cuenta que su presupuesto se estima cercano a los USD 200 millones, el panorama es más que preocupante.
El recibimiento del público también fue tibio. La historia de un chico solitario que se convierte, por accidente, en el representante de la humanidad en un congreso galáctico no logró emocionar.
En redes y plataformas como Rotten Tomatoes, la audiencia expresó su desconexión con una trama que muchos calificaron de lenta y poco inspirada.
ELIO CONFIRMA UNA TENDENCIA A LA BAJA
La crisis no es nueva, pero se acentúa con cada nuevo tropiezo. Desde hace algunos años, Pixar viene mostrando señales de desgaste.
Títulos como Lightyear o Elementos no alcanzaron el impacto esperado, y si bien Intensamente 2 trajo aire fresco, lo de Elio vuelve a encender las alarmas.
Los analistas señalan una desconexión con el público infantil, una saturación de fórmulas repetidas y una pérdida del toque emocional que supo ser la marca registrada del estudio.
Además, el contexto post-pandemia y la presión del streaming complican aún más el panorama.
UNA HISTORIA INTERESANTE QUE NO TERMINA DE FUNCIONAR
Elio intenta, pero no emociona. Dirigida por Adrian Molina (co-director de Coco), Elio busca explorar temas como la identidad, la ansiedad social y el deseo de pertenecer.
Sin embargo, la narrativa no logra sostener el interés ni generar el impacto emocional que caracterizaba a clásicos como Up o Toy Story.
El diseño visual sigue siendo impecable, pero la historia carece de ritmo y profundidad. La mezcla de humor y reflexión no termina de cuajar, y el protagonista no logra conectar con los espectadores, ni grandes ni chicos.
¿QUÉ LE ESPERA A PIXAR DESPUÉS DE ELIO?
Con ‘Elio’ como nuevo capítulo en su lista de fracasos recientes, Pixar enfrenta decisiones clave.
La estrategia de lanzar menos películas y enfocarse en la calidad ya fue anunciada por Bob Iger, CEO de Disney, pero los resultados todavía no se ven reflejados.
Mientras tanto, la competencia no da tregua. Estudios como Illumination o Sony Animation avanzan con propuestas frescas y exitosas.
Pixar, que alguna vez lideró el camino de la animación con innovación y emoción, hoy debe reencontrarse con aquello que lo hizo único.
