Fotografía | Jana Sebestova
El Loft M50 es un claro ejemplo de cómo la arquitectura contemporánea puede resignificar un espacio industrial y convertirlo en una vivienda moderna, funcional y con carácter.
Ubicado en Turín, este proyecto del estudio Officina 8A transforma un antiguo taller mecánico en un refugio minimalista en blanco y negro.
UN NUEVO COMIENZO PARA EL LOFT M50
En pleno corazón de Turín, Italia, el Loft M50 nace a partir de una estructura olvidada: un viejo taller de carrocería.
El estudio Officina 8A decidió no demoler ni disimular su pasado industrial, sino aprovecharlo como punto de partida para una transformación audaz.
El resultado es una vivienda sofisticada donde se combinan elementos originales con una estética minimalista basada en el contraste cromático.
El blanco y el negro protagonizan cada rincón, generando una atmósfera moderna, sobria y visualmente poderosa.
Pero más allá del impacto visual, lo que distingue a este loft es su capacidad para mantener viva la memoria del espacio original.
EL PODER DEL CONTRASTE
El interior del Loft M50 está diseñado a partir de una idea clara: la fuerza expresiva de los opuestos.
El blanco se adueña de techos y paredes, ampliando visualmente el ambiente y reflejando la luz natural.
En contraposición, el negro se utiliza en escaleras, carpinterías, luminarias y muebles, aportando profundidad y marcando los límites espaciales.
La cocina, totalmente negra, se convierte en una pieza escultórica en el centro de la planta baja. El juego de luces y sombras, sumado a la altura de los techos y la presencia de estructuras metálicas, refuerza la identidad industrial del proyecto.
ESPACIOS ABIERTOS CON IDENTIDAD PROPIA
El Loft M50 se organiza en dos niveles: la planta baja, de concepto abierto, y un entrepiso que aloja el dormitorio principal y un baño privado.
La conexión visual entre ambos niveles potencia la sensación de amplitud y continuidad espacial. La escalera negra, de diseño limpio y geométrico, funciona como eje articulador y elemento decorativo a la vez.
La selección de materiales refuerza la estética general: hormigón, hierro, vidrio y madera oscura. Cada elemento suma textura sin recargar, manteniendo una coherencia visual impecable.
DETALLES QUE HONRAN EL PASADO
Una de las decisiones más acertadas del proyecto fue conservar y reutilizar elementos originales del antiguo taller. Las aberturas de hierro fueron restauradas, las luminarias industriales reaprovechadas y ciertas imperfecciones en muros y techos se dejaron a la vista como testimonio del tiempo.
Lejos de buscar una perfección impersonal, el Loft M50 apuesta por una estética que abraza las huellas del pasado y las integra con elegancia. Es una vivienda que no oculta su historia: la celebra.
LOFT M50. UNA LECCIÓN DE RECICLAJE CON ESTILO
El trabajo de Officina 8A es un recordatorio de que no hace falta construir desde cero para lograr arquitectura de impacto.
El Loft M50 demuestra que con visión, respeto por la historia y un enfoque estético claro, es posible transformar lo viejo en algo completamente nuevo. Un proyecto que no solo habita el presente, sino que también honra su pasado con estilo.