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Libertad, color y desconcierto. Paola Pivi transforma AGWA con una muestra que no se parece a nada

Paola Pivi. Libertad, color y desconcierto
17/11/2025

Fotografía | Ela Bialkowska, OKNO Studio
La nueva exhibición de Paola Pivi en la Art Gallery of Western Australia (AGWA) redefine lo que puede ser una experiencia artística contemporánea: inmersiva, lúdica, a gran escala y con un mensaje que vibra entre la libertad, la alegría y el desconcierto. 

Bajo el título I don’t like it, I love it, la artista italo-estadounidense despliega un universo donde los animales cambian de piel, los objetos desafían su lógica original y los espacios se vuelven escenarios de imaginación pura.

Con obras nuevas creadas especialmente para los imponentes volúmenes del museo y piezas icónicas reversionadas, la muestra invita a observar, acercarse, participar y, sobre todo, dejarse sorprender.

Paola Pivi. Libertad, color y desconcierto

EL MUNDO SEGÚN PIVI: ENTRE EL JUEGO Y LO IMPOSIBLE

La obra de Paola Pivi siempre estuvo atravesada por una pregunta: ¿qué pasa cuando trasladamos algo conocido a un contexto completamente imprevisto? Esa búsqueda estética—y casi filosófica—es la base de esta exposición.

Aquí, lo lúdico no es superficial: funciona como llave de acceso a temas más profundos. En sus paisajes surrealistas conviven humor, rareza y una sensibilidad muy particular que habla de desplazamientos, vulnerabilidad y libertad.

Los osos polares revestidos con plumas de colores, uno de sus sellos más reconocibles, regresan en versiones inéditas pensadas especialmente para esta muestra. No son criaturas adorables: funcionan como metáforas potentes del vínculo entre humanidad y naturaleza, del desequilibrio climático y de los territorios que se transforman.

Paola Pivi. Libertad, color y desconcierto

OBRA NUEVA PARA UN ESPACIO QUE IMPONE SU PROPIA ESCALA

AGWA es un museo que desafía a cualquier artista: grandes alturas, rampas, terrazas y una arquitectura que demanda intervención. Pivi aceptó el reto creando piezas que dialogan con el edificio como si siempre hubieran pertenecido a él.

Una de las obras más comentadas es el inflable monumental inspirado en el universo de Lincoln Peirce, creador de Big Nate. La artista lo usa como puente entre el dibujo, la memoria infantil y el origen del impulso creativo. Es masivo, colorido y, al mismo tiempo, extrañamente íntimo: una invitación a conectar con la imaginación más primaria.

En la terraza, una instalación de 999 bandejas translúcidas suspendidas, cada una con líquidos de colores, se comporta como un vitral contemporáneo. La luz del cielo australiano atraviesa la obra y la transforma minuto a minuto, convirtiendo la experiencia en un encuentro entre arquitectura, paisaje y contemplación pura.

UNA EXPOSICIÓN QUE PIENSA EN EL PÚBLICO

Uno de los puntos más interesantes de este proyecto es que Pivi no concibe sus obras como piezas aisladas, sino como situaciones que modifican la forma en que el público se mueve, observa o comparte el espacio.

La muestra es accesible, visual, sorprendente y pensada para despertar una respuesta emocional inmediata. No necesita manuales ni largas explicaciones: los colores, las texturas y las escalas hablan por sí mismos.

Sin perder profundidad, la exhibición invita a entrar de manera espontánea, casi con actitud de explorador. Cada sala es un pequeño ecosistema donde todo puede pasar.

LIBERTAD Y ALEGRÍA COMO EJE CURATORIAL

Curada por Robert Cook, la exposición se articula alrededor del concepto freedom & joy. Pero lejos de reducirse a optimismo naïf, Pivi propone una mirada más compleja: la alegría como acto de resistencia, la libertad como búsqueda constante y la imaginación como refugio.

En palabras de la artista, crear no está separado de vivir. Sus decisiones personales, su vida nómada y sus experiencias en distintos territorios del mundo se filtran en cada obra, como huellas que convierten lo fantástico en profundamente humano.

UN UNIVERSO PROPIO ABIERTO AL MUNDO

I don’t like it, I love it no es solo una muestra: es una invitación a entrar en un universo donde lo imposible se vuelve cotidiano y donde el arte recupera su capacidad de asombro. Pivi construye espacios que se experimentan con el cuerpo, con la vista y con cierta inclinación a dejarse llevar.

Disponible desde noviembre de 2025 hasta abril de 2026, la exposición confirma por qué su obra sigue fascinando a museos, críticos y públicos de todas las edades. Es libertad, color, humor y poesía visual en estado puro.