Fotografía| dbetular
La casa de Damián Betular es un lugar donde el diseño moderno y el minimalismo se encuentran con elementos personales que cuentan historias.
Al ingresar a la vivienda del reconocido pastelero y jurado de MasterChef, lo primero que se destaca es la simplicidad elegante que predomina en cada rincón.
Betular ha optado por un enfoque minimalista, pero lejos de ser frío o impersonal, ha sabido incorporar elementos que añaden calidez y vida a su hogar.
El living es uno de los ambientes más representativos de esta combinación. Con paredes blancas que amplifican la sensación de espacio y luz, ha seleccionado cuidadosamente piezas de decoración que se convierten en protagonistas del ambiente.
En el centro del living se encuentra una mesa baja de vidrio, que aporta ligereza visual y se complementa perfectamente con una alfombra de colores cálidos.
Esta alfombra, confeccionada con fibras naturales, añade textura y una conexión con lo orgánico, en contraste con la modernidad del resto de la decoración.
Los almohadones decorativos, en tonos neutros, son rústicos y mullidos, ofreciendo un contraste suave que invita al descanso y la comodidad.
La cocina es uno de los espacios preferidos del pastelero, también de los más instagrameados del hogar.
Sin embargo, no todo en la casa donde vive Damián Betular es minimalismo. Su espacio de trabajo es un claro ejemplo de cómo el pastelero ha sabido incorporar elementos eclécticos que reflejan su historia personal y gustos.
En esta área, las paredes están adornadas con varios cuadros que añaden color y carácter.
Además, una máscara roja con cuernos cuelga en una de las paredes, un elemento llamativo que rompe con la estética predominante y que sin duda tiene un significado especial para él.
Este rincón de su hogar también revela uno de los pasatiempos favoritos de Betular: su fanatismo por Harry Potter.
En una esquina del espacio de trabajo, se puede apreciar un detallado castillo de Hogwarts en versión Lego.
Esta pieza no es solo una muestra de su afición por la famosa saga, sino también un recordatorio de cómo los pequeños detalles pueden llenar de significado un espacio.