Por | AzulPitanga | Fotografía | Igor Ribeiro
Ubicada en el municipio de Buíque, en el interior de Pernambuco, Casa Catimbau se inserta en el Parque Nacional del Catimbau, la segunda mayor unidad de conservación arqueológica de Brasil y una de las áreas más representativas del bioma de la caatinga.
El proyecto propone una arquitectura en diálogo directo con el territorio. Abierta a la ventilación natural, protegida de la radiación solar, construida con materiales disponibles en la región y orientada por los usos cotidianos de quienes la habitan.
Compuesta por cuatro bloques autónomos organizados alrededor de un patio, la vivienda plantea una forma de habitar descentralizada, que valora la vida al aire libre y la construcción de un tiempo propio. La tapia de pilón, hecha con tierra local, da forma y masa a los muros. La madera, proveniente del reaprovechamiento de un antiguo galpón de la región, estructura cubiertas ligeras y ventiladas.
Más que ocupar el lugar, la propiedad busca pertenecer a él: silenciosa, de una sola planta, hecha con lo que había cerca, alineada con el cielo y el suelo.
PARTIDO
En lugar de un volumen único, la vivienda se fragmenta en cuatro módulos: cocina, dormitorio, baño y sala-estar/cine. Cada uno con autonomía de uso y con una relación propia con el paisaje. Entre ellos, el patio es el espacio de encuentro.
IMPLANTACIÓN Y MATERIALIDAD
Casa Catimbau responde directamente a las condiciones de un “mundo caliente”: sol intenso, baja humedad, variación térmica y recursos hídricos limitados. La implantación considera la orientación solar, la captación y gestión del agua, el confort térmico pasivo y el uso de materiales de bajo impacto.
El sistema constructivo principal es la tapia de pilón, elegida tanto por la disponibilidad de la tierra local como por su capacidad térmica. El espesor de los muros garantiza aislamiento durante el día y una liberación gradual del calor por la noche, estabilizando la temperatura interior con un mínimo de recursos artificiales.
Las cubiertas, apoyadas sobre estructuras de madera reaprovechada, se inclinan para garantizar ventilación cruzada y sombrear los muros. Las ranuras continuas bajo el alero superior permiten la salida del aire caliente acumulado, una estrategia simple y eficiente para la refrigeración natural del hogar.
En el uso del agua, la arquitectura propone respuestas coherentes con el clima semiárido, como la recolección de aguas lluvias en una cisterna enterrada. Además, la propiedad adopta soluciones descentralizadas de tratamiento mediante sistemas ecológicos:
– Zanja de infiltración para las aguas del fregadero de la cocina.
– Balsa de evapotranspiración para los desechos del inodoro.
– Círculo de banano para desagües y lavabos de los baños.
Sin red de alcantarillado convencional, el proyecto entiende el agua como un recurso que debe tratarse localmente, no como descarte, sino como un ciclo. Esta elección técnica reduce el impacto ambiental, invierte la lógica de estas aguas como residuo para convertirlas en alimentadoras de jardines sin gasto energético y fortalece la autonomía del territorio frente a la precariedad de la infraestructura pública.
Más que cumplir con exigencias de sostenibilidad, Casa Catimbau propone otra lógica: una arquitectura que parte del clima, de la escasez y de la abundancia local, y ofrece respuestas integradas, sin excesos, sin desperdicio y con coherencia.
FICHA TÉCNICA
Arquitectura: AzulPitanga.
Ubicación: Buíque, Brasil.
Año: 2025.
Área: 146 metros cuadrados.
Fotografía: Igor Ribeiro.
