Fotografía | Leslie Garfield
La emblemática Bubble House, ubicada en el exclusivo Upper East Side de Nueva York, acaba de salir al mercado por primera vez en medio siglo.
Con un valor de venta de 5,75 millones de dólares, esta residencia única no solo destaca por su diseño futurista, sino también por el contexto histórico en el que fue concebida.
UN DISEÑO QUE MIRA AL FUTURO
Diseñada por el arquitecto Maurice Medcalfe en plena época de la llegada del hombre a la Luna, esta propiedad encarna el espíritu de innovación de fines de los años 60.
Su estética orgánica, de líneas curvas y superficies suaves, rompe con los cánones tradicionales de la arquitectura urbana neoyorquina y la convierte en una pieza de colección para cualquier amante del diseño.
439 METROS CUADRADOS DE ORIGINALIDAD
Con una superficie total de 439 m², la Bubble House ofrece espacios amplios y envolventes, que se alejan de las formas rectilíneas convencionales.
Cada ambiente fue pensado con una lógica espacial poco habitual, que prioriza la fluidez, la conexión visual entre sectores y la experiencia sensorial del habitar.
Aunque no se han difundido detalles específicos del interior, la simple silueta exterior de la casa ya revela su naturaleza escultórica y experimental.
El uso del hormigón curvo, las superficies continuas y la ausencia de ángulos rectos generan una sensación envolvente y casi onírica.
UN CLÁSICO NEOYORQUINO EN CLAVE RETROFUTURISTA
La Bubble House no solo es una rareza arquitectónica dentro del paisaje tradicional del Upper East Side: es también un símbolo del optimismo espacial de mediados del siglo XX.
Su diseño remite a una época en la que la arquitectura y la tecnología compartían un mismo lenguaje: el de la exploración, el avance y la promesa de un mañana diferente.
Hoy, 50 años después, esta casa vuelve a llamar la atención de coleccionistas, inversores y fanáticos del diseño vanguardista, que ven en ella una oportunidad única: la de habitar una cápsula del tiempo, en pleno corazón de Manhattan.
UNA JOYA ÚNICA EN EL MERCADO INMOBILIARIO
La puesta en venta de esta propiedad no pasa desapercibida. Más allá de su valor inmobiliario, la Bubble House representa una oportunidad cultural: conservar una obra que desafía la lógica del entorno, y que lleva impresa la visión de una época fascinante.
Su precio de 5,75 millones de dólares puede parecer elevado, pero para quienes comprenden el valor simbólico y estético de una casa como esta, se trata de mucho más que una operación inmobiliaria. Es, en definitiva, una inversión en historia, arte y futuro.