Donald Trump es un nombre que, hoy en día, desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, se lo asocia a la polémica. Y este caso no deja de estar envuelto en un revuelo. El mandatario buscará unificar la arquitectura del estadio, un desafío de palabras mayores.
El estilo neoclásico sería el elegido por Trump, para imponer de ahora en más en el diseño de los hogares del país norteamericano. El proyecto, aún no oficializado, tiene la intención de darle otra estética a Estados Unidos, unificar su arquitectura y permitir que la población disfrute de un alrededor más agradable a la vista.
El estilo arquitectónico, según la premisa, se alinea a los valores del país y el proyecto acompañaría el slogan de campaña que tuvo Donald: “Hacer que Estados Unidos vuelva a ser hermoso”.
Si se aprueba el proyecto, la obligación será, para cada edificio público o refacción que se realice, e incluya un presupuesto por encima de los 50 millones de dólares, tendrá que tomar los principios clásicos grecolatinos. En Estados Unidos, la mismísima Casa Blanca, el Capitolio y el Monumento a Washington son tan solo algunos de los que cumplen con la regla.
Polémico, acertado o erróneo, Donald Trump irá detrás de un nuevo cambio drástico en Norteamérica.
