Fotos | @peumahue
Uno de los atractivos turísticos de Argentina es la vida del gaucho. Con inmensos campos, y estancias repartidas en todo el país, las opciones de experimentar las costumbres de estos laboriosos hombres, están al alcance de cualquier visitante.
El lujo, la sencillez y la calma de la vida campestre se unen junto a las actividades al aire libre y la gastronomía típica, para darles a los turistas una verdadera muestra de nuestras tradiciones de campo.
Te mostramos tres estancias
Estancia Peuma Hué
Al llegar al aeropuerto de Bariloche los viajeros son recibidos por un guía que los lleva a la Estancia Peuma Hue (“Lugar de sueños” en lengua mapuche), mostrándoles los lugares de interés a lo largo del camino.
En menos de una hora, se deja la carretera pavimentada para encaminarse por el ripio hasta la estancia, observando patos coloridos, liebres salvajes, caballos y ovejas.
Peuma Hué se ubica en uno de los extremos del lago Gutiérrez y cuenta con 200 hectáreas pobladas de bosques vírgenes cercanos al Parque Nacional Nahuel Huapi, en medio de arroyos y cascadas.
Las habitaciones y las áreas comunes de la estancia, bellamente decoradas, se encuentran en varios edificios repartidos por la propiedad. Todos han sido hechos a la medida y amueblados con amor, a menudo con piezas hechas a mano en el taller de carpintería de la estancia. Y todos disfrutan de unas vistas espectaculares.
Los visitantes pueden practicar senderismo, montar a caballo, navegar en kayak, pescar, observar aves o escalar cuerdas en la misma propiedad.
La Bamba de Areco
Inaugurada en 2011, La Bamba de Areco fue originalmente una estancia que producía maíz, soja y trigo, y criaba ganado. En 2016, este rancho hotel de lujo pasó a formar parte del grupo Relais & Chateaux. Ubicado a 120 kilómetros de Buenos Aires, La Bamba combina buena comida y vino con actividades divertidas y amenidades de lujo.
Las 11 habitaciones de la propiedad son acogedoras y pintorescas, pero si se busca algo más privado, recomendamos la encantadora suite Jabalina que se encuentra en un sector independiente. Incluye dos dormitorios, mucho espacio, mucha luz, chimenea y un enorme baño con bañera. No hay televisores ni Wi-Fi en las habitaciones, ideal para desconectarse y disfrutar de la naturaleza y el aire libre.
Los huéspedes pueden dar un paseo en carruaje tirado por caballos alrededor de la propiedad, así como andar en bicicleta, observar aves, montar a caballo o nadar en la piscina al aire libre.
También se puede visitar los establos de caballos de polo, si ama este deporte como al dueño del hotel. Hay clases de cocina con el chef del hotel si se desea aprender a preparar platos tradicionales argentinos y un espectáculo de gauchos, donde muestran sus habilidades de manejo de caballos.
Estancia Cristina
Fundada por el inmigrante inglés Joseph Masters antes del cambio de siglo, esta antigua granja de ovejas es la única concesión dentro del Parque Nacional Los Glaciares de la provincia de Santa Cruz, en el sur argentino.
Cada día, un catamarán hecho a medida trae a los huéspedes y excursionistas desde un pequeño muelle en El Calafate para experimentar el increíble paisaje que rodea este rancho. Si bien las ovejas se han ido hace mucho tiempo, todavía hay más de 40 caballos para montar por el parque, así como pesca con mosca, caminatas y escalada.
Los edificios tipo cabañas con techos verdes de Estancia Cristina ocupan un prado bucólico del valle a unos cientos de pies de la orilla del lago. Las paredes de roca raspadas por glaciares y las montañas nevadas brindan un anillo resistente alrededor del entorno y sirven como un recordatorio de que estás dentro de un parque nacional.
La comida aquí es impredecible, pero siempre a un excelente nivel. Lo mejor es el almuerzo buffet y un servicio de picnic donde los huéspedes pueden hacer sus propios sándwiches.
Si el plan son unas buenas vacaciones buscando fósiles, haciendo caminatas guiadas, pescando con mosca o la observación de vida silvestre, Estancia Cristina es el lugar indicado.
