Fotografía | Warner
La saga de terror más influyente de los últimos años acaba de romper un nuevo récord. El Conjuro 4: Últimos Ritos llegó a los cines con un estreno arrollador que lo convirtió en el debut global más grande de la historia para una película de este género.
Con cifras que superan todas las expectativas, la franquicia demuestra que su magnetismo sigue intacto y que el público todavía busca experiencias extremas en la pantalla grande.
UN ESTRENO QUE MARCA UN ANTES Y UN DESPUÉS
El regreso de los investigadores paranormales Ed y Lorraine Warren, interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga, arrasó en su primer fin de semana.
La película recaudó 194 millones de dólares en todo el mundo, un hito nunca antes alcanzado por un título de terror. Este logro no solo confirma la fuerza de la saga, sino que además la coloca en lo más alto de la taquilla internacional, desplazando a producciones que parecían imposibles de superar.
LA DESPEDIDA DE UNA SAGA ICÓNICA
Dirigida por Michael Chaves, esta entrega se presenta como el cierre de una de las franquicias más exitosas del cine de género.
El Conjuro 4: Últimos Ritos no es simplemente otra historia de posesiones y demonios: es el capítulo final de un universo cinematográfico que, a lo largo de casi una década, generó un legado inigualable con múltiples spin-offs y personajes que ya forman parte de la cultura popular.
Lo que distingue a esta película no es solo su impacto en taquilla, sino su capacidad de atraer a audiencias de diferentes culturas.
El terror sobrenatural, combinado con un relato que juega entre lo real y lo imaginario, logró conectar con millones de espectadores en todos los continentes. Este fenómeno consolida al universo de “El Conjuro” como uno de los más rentables de la historia del cine.
UN FINAL A LA ALTURA DE SU LEYENDA
Más allá de las cifras, lo que queda claro es que la franquicia se despide en su mejor momento.
El Conjuro 4: Últimos Ritos no solo alcanza un récord histórico en taquilla, sino que también reafirma el poder del terror como género capaz de competir, e incluso superar, a grandes producciones de acción o superhéroes.
Un cierre que quedará grabado en la memoria de los fanáticos y en los libros de historia del cine.