Fotografía|@indianajones
En Indiana Jones y el Dial del destino, Harrison Ford regresa a la pantalla grande en una última aventura que promete emociones nostálgicas para los fanáticos de la icónica saga.
Bajo la dirección de James Mangold, esta entrega busca cerrar el arco del legendario arqueólogo, interpretado magistralmente por Ford, quien se despide del papel que lo catapultó a la fama.
Desde su debut en “Indiana Jones y los Cazadores del Arca Perdida”, esta serie de películas ha dejado una huella imborrable en la historia del cine de aventuras.
Acompañado por su inconfundible sombrero y su fiel látigo, Indy nos ha llevado en emocionantes travesías alrededor del mundo, enfrentando a los nazis y desenterrando tesoros ocultos.
Con el protagonista en sus octogenarios años, “Indiana Jones y el Dial del Destino” nos regala una última mirada al arqueólogo retirado que aún no está dispuesto a jubilarse.
Aunque se utilizará la tecnología CGI para recrear una secuencia de juventud de Harrison Ford, la mayor parte de la película se centra en un Indy veterano, listo para enfrentar una vez más a los nazis y preservar la tradición de la saga.
La trama se desarrolla en la década de los sesenta, justo cuando Estados Unidos se prepara para llegar a la Luna. El retiro de Henry Jones se ve truncado cuando un ex-nazi que trabaja para la NASA (interpretado por Mads Mikkelsen) se embarca en la búsqueda de un legendario dial que podría cambiar el curso de la historia.
Siguiendo la fórmula clásica de las películas de Indiana Jones, la historia comienza con un prólogo que conecta con la trama principal y un objeto poderoso que debe ser hallado antes de caer en las manos equivocadas.
La acción se desata en una carrera contrarreloj a través de distintas locaciones alrededor del mundo, donde se enfrentan a trampas letales, reencuentros con viejos amigos y escenas de acción en aviones y misteriosos templos, y sí, incluso algunas serpientes.
