Fotografía| @louisvuitton
En Art Basel Paris, el universo colorido de Takashi Murakami y la elegancia atemporal de Louis Vuitton vuelven a encontrarse en una colaboración que une arte, moda y fantasía.
Casi veinte años después de reinventar el monograma de la maison, el artista japonés regresa con una nueva interpretación del bolso Capucines.
La colección Artycapucines VII presenta once piezas únicas que transforman el accesorio en auténticas esculturas portátiles.
EL REGRESO DE UNA ALIANZA ICÓNICA
Desde 2019, el proyecto Artycapucines convierte el bolso Capucines en un lienzo para artistas de renombre. En esta séptima edición, Louis Vuitton x Takashi Murakami reafirma el poder del arte dentro del lujo. El creador japonés, conocido por fusionar el pop, el anime y el arte contemporáneo, vuelve a colaborar con los artesanos de la maison para explorar los límites entre lo funcional y lo fantástico.
Murakami aborda cada pieza como una obra de colección. Sus símbolos más reconocibles —la flor sonriente, el panda, los hongos y su mítico personaje Mr. DOB— aparecen reinterpretados con materiales de vanguardia y técnicas minuciosas.
ONCE OBRAS DE ARTE HECHAS BOLSO
Cada Capucines de la serie VII cuenta una historia propia. El Capucines East West Rainbow adopta la forma de la flor multicolor de Murakami, mientras que el Mini Mushroom está cubierto de hongos tridimensionales bordados sobre cuero espejado.
El Mini Tentacle convierte a Mr. DOB en un pulpo surrealista, y el Dragon Bag reproduce con precisión su pintura Dragon in Clouds Indigo Blue.
Por su parte, el Panda Clutch, realizado en latón plateado con más de seis mil cristales incrustados, se siente más cerca de una pieza de museo que de un accesorio.
Estas obras resumen la esencia del proyecto: unir la maestría técnica de Louis Vuitton con la imaginación desbordante de los artistas más visionarios.
UNA INSTALACIÓN MONUMENTAL EN PARÍS
Para celebrar el lanzamiento, Louis Vuitton presentó la colección con una instalación inmersiva en el Grand Palais durante Art Basel Paris.
Murakami transformó el histórico espacio en su propio universo onírico, coronado por un pulpo de ocho metros inspirado en las linternas chinas.
El suelo se cubrió con alfombras que reproducían sus tentáculos, y la cabeza luminosa del animal mostraba el motivo Jellyfish Eyes, creado en 2001.
Entre las curvas del gigante marino se exhibieron los once bolsos Artycapucines, acompañados por sus famosas Plush Balls: esferas textiles de colores que rodeaban al público en un caleidoscopio de luz y textura.
Las piezas Capucines BB Golden Garden, Capusplit BB y Mini Autograph convivían con una nueva Cherry Blossom Plush Ball, mientras que los modelos Mini Tentacle y MM Eye reflejaban los rasgos del pulpo central.