Revista Deck. Arquitectura, diseño y decoración.
Inicio » “Tron: Ares”. ¿Cuánto le va a costar a Disney el nuevo fracaso de la franquicia?

“Tron: Ares”. ¿Cuánto le va a costar a Disney el nuevo fracaso de la franquicia?

“Tron: Ares” - Disney
23/10/2025

Fotografía | Disney
Después de años de desarrollo, cambios de guion y retrasos, Disney estrenó Tron: Ares con la esperanza de revivir una de sus sagas más emblemáticas. Pero lo que debía ser el regreso triunfal al universo digital terminó convirtiéndose en un nuevo dolor de cabeza financiero. 

Con cifras que ya preocupan dentro de la compañía, el futuro de la franquicia vuelve a quedar en pausa y deja una pregunta incómoda flotando en el aire: ¿cuánto cuesta, hoy, un fracaso en Hollywood?

“Tron: Ares” - Disney

UN PRESUPUESTO DESBORDADO

Según un reciente informe de Deadline, el presupuesto final de Tron: Ares se elevó hasta los 220 millones de dólares, una cifra muy por encima de los montos iniciales, que oscilaban entre los 170 y 180 millones. 

A ese gasto hay que sumar una campaña de promoción global y costos de distribución que, en conjunto, empujaron la inversión a niveles difíciles de recuperar.

El problema es que, como sucede con todas las grandes producciones, solo la mitad de lo recaudado en taquilla regresa realmente a los estudios, ya que el resto pertenece a las cadenas de cine.

En este contexto, el desempeño de Tron: Ares en la cartelera se traduce en una pérdida estimada de 132,7 millones de dólares para Disney. Un golpe que llega en un momento en que la compañía intenta recortar gastos y redefinir su estrategia cinematográfica.

UNA SAGA QUE NO LOGRA REINVENTARSE

La historia de Tron siempre fue un experimento visual. En 1982, la película original sorprendió al mundo con su estética pionera en efectos digitales, y Tron: Legacy (2010) llevó ese legado a una nueva generación con una banda sonora icónica y una propuesta visual hipnótica.

Sin embargo, Tron: Ares parece haberse quedado a mitad de camino: demasiado técnica para conectar emocionalmente y demasiado arriesgada para atraer al público masivo. La apuesta por un nuevo protagonista y un enfoque más oscuro no bastó para devolverle vida a un universo que, aunque fascinante, nunca logró consolidarse como una franquicia rentable.

CUANDO EL ESPECTÁCULO NO ALCANZA

Visualmente, Tron: Ares es impecable. Los entornos digitales, las secuencias de acción y la ambientación siguen siendo un despliegue técnico digno del legado de la saga. Pero en la era del streaming, la espectacularidad por sí sola ya no es suficiente. El público busca conexión, y en esta entrega, la emoción se pierde entre líneas de código y monólogos introspectivos.

Disney apostó al impacto visual y a la nostalgia, pero descuidó el corazón del relato. Y cuando una historia no emociona, ni los efectos ni el marketing más costoso logran sostenerla en el tiempo. El resultado es un film que deslumbra en los trailers, pero se apaga demasiado rápido en las salas.

UN AVISO PARA LOS GIGANTES DEL ENTRETENIMIENTO

El revés de Tron: Ares vuelve a encender las alarmas dentro de la industria. Los tiempos en que un gran presupuesto garantizaba éxito parecen haber quedado atrás. Hoy, los estudios compiten no solo por llenar butacas, sino por ganarse la atención de un público que elige con el pulgar en una pantalla.

Para Disney, este nuevo tropiezo no solo implica una pérdida económica millonaria, sino también una señal de alerta: la necesidad de volver a poner el foco en las historias antes que en la tecnología. Quizás la verdadera lección que deja Tron: Ares sea que ningún universo digital —por más brillante que luzca— puede reemplazar la fuerza de una buena narrativa.