Combinando elementos de diferentes épocas y estilos, la decoración ecléctica permite crear cómodos espacios dotándolos de gran personalidad.
El término eclecticismo, proveniente del griego “eklegein”, significa escoger y se aplicó a la filosofía para designar a la compatibilidad de puntos de vista, su mezcla y unión hasta lograr un todo orgánico.
En sus expresiones menos afortunadas, este estilo puede resultar una confusa mezcla de mobiliario u objetos sin nada en común que crean un ambiente de desorden y caos. Por tal motivo, ¡a tener cuidado!
Aunque parezca que este estilo se basa en colocar diferentes objetos al azar, no es así. La mezcla está bien pensada dentro de un patrón específico que no se percibe a primera vista, pero que le da armonía al ambiente.
En una decoración ecléctica deben ser comprendidos y puestos en conjunto para la creación los cinco principios básicos del diseño: línea, color, textura, masa y forma.
Una habitación ecléctica puede estar definida por juegos con colores, formas o funciones. Resulta el estilo ideal para los inconformistas y quienes disfrutan de combinar y mezclar ideas personales.
TIPS
La elección de las tonalidades resulta sumamente importante. Los colores y los estampados se mezclan para atraer la vista. 
Una de las claves para poder lograr el éxito al plantear el diseño es encontrar un punto en común. Un elemento que resulte unificador entre los distintos estilos y elementos intervinientes. Por lo general, este elemento es el color.
Los muebles suelen tener líneas simples y destacar por su tapicería, ya sea por el uso de colores contrastantes o estampados; los muebles de madera o de cuero son ideales para este estilo.
Los accesorios son un detalle predominante en este tipo de decoración. Pueden implementarse piezas de diferentes culturas y épocas.
En lo que a adornos se refiere, todo vale, desde piezas arqueológicas, bustos o cuadros a infinidad de complementos.
Mientras que algunas veces la calidad puede resultar suficiente por sí sola para justificar el rol de una pieza en determinado espacio, lo más habitual es que objetos de forma, material, color o función similares actúen de manera conjunta para crear un espacio confortable en el que vivir.
