Fotografía | Robson Figueiredo
Diseñado por la arquitecta Karina Passarelli del Studio KP, el proyecto de interiores para este departamento en São Paulo de 190 m² fue concebido para una familia que anteriormente vivía en una casa y buscaba el mismo confort y amplitud en su nuevo hogar.
Actualmente, el departamento es hogar de un ingeniero eléctrico, su esposa y su hija, y recibe también al hijo mayor durante los fines de semana.
El diseño original presentaba espacios muy segmentados, que incluían una sala de estar con balcón social, un comedor con balcón gourmet, tres suites y una oficina.
Como el departamento ocupa dos fachadas opuestas del edificio, Karina aprovechó esta configuración para implementar una transformación estructural que abrió por completo las áreas sociales.
La demolición de la antigua oficina y la eliminación de las puertas hacia los balcones crearon un espacio fluido y amplio para recibir visitas, potenciado por la integración de ambos balcones, que conectan visualmente los dos extremos del departamento.
El proyecto adopta un lenguaje visual clásico con soluciones contemporáneas. Toda el área social cuenta con un techo continuo de yeso, sin vigas expuestas, lo que refuerza la sensación de unidad y amplitud.
La elección de materiales refleja el gusto maduro y clásico de la familia, priorizando terminaciones sobrias como madera, pinturas en tonos pastel, boiseries, paneles ranurados y pisos de gran formato con acabados pulidos y satinados en las áreas húmedas.
Más allá de reorganizar las áreas sociales, ciertos espacios fueron rediseñados para adaptarse a los pasatiempos de la familia.
El antiguo baño de servicio se convirtió en despensa, mientras que la despensa original pasó a ser un pequeño atelier para el residente, quien disfruta armando maquetas náuticas.
Un elemento destacado del proyecto es el hall de entrada, que alberga una vitrina con una maqueta de velero, construida por el residente durante tres años y que merece un lugar protagónico.
La pieza, visible tanto desde el hall como desde el interior, está acompañada por una rosa de los vientos en el piso y un panel de porcelana iluminado, reforzando el tema náutico.
La sala de estar, con un gran sofá tipo isla y una alfombra de generosas dimensiones, conecta directamente con el comedor y el espacio gourmet, que incluye una barra con parrilla, muro verde y terminaciones en madera clara y tonos neutros.
En un extremo, el panel de TV se integra con una puerta oculta que lleva a la cocina; en el otro, un rincón acogedor reúne un bar con gabinete espejado, cava, chimenea y un sillón de lectura.
La cocina de este departamento en São Paulo equilibra romanticismo y funcionalidad con terminaciones claras, madera suave y una llamativa pileta de hierro fundido esmaltado estilo farmhouse.
El toilette, por su parte, adopta un estilo clásico con boiseries y griferías doradas, pero sorprende con una bacha verde intensa, junto a mesadas y revestimientos en el mismo tono.
La iluminación fue diseñada en capas para crear diferentes ambientes: rieles empotrados con focos brindan luz general. Foseados, cortineros y muebles revelan iluminación indirecta. Y piezas específicas como lámparas de pie, paneles de neón y luces de barra completan el efecto escenográfico.
Para lograrlo fue necesario ampliar circuitos eléctricos, infraestructura de aire acondicionado y un sistema de automatización.
Las suites fueron diseñadas para reflejar la personalidad de cada residente: el dormitorio principal del matrimonio ofrece una atmósfera clásica y neutra, mientras que el baño principal contrasta acabados en gris con paneles de madera tipo mashrabiya alrededor de un vanitory asimétrico.
La habitación de la hija tiene un aire retro, con tonos pastel y delicadas terminaciones en su baño. La suite del hijo presenta una estética más sobria y masculina, con grises, cuero, lino y detalles negros que recuerdan al concreto.
Finalizado a fines de 2024 tras ocho meses de obra, el proyecto materializa el deseo de la familia de tener un hogar sofisticado, acogedor y funcional.