Con piezas a medida y detalles de arte este loft bohemio es sorprendente. Una antigua fábrica de betunes para zapatos de Brooklyn convertida en un hogar.
Fue amor a primera vista. Desde que José Álvarez y Brooke Hammel cruzaron la puerta de este loft en Williamsburg, Brooklyn, se vieron viviendo allí.
Lo que, en el pasado fue una antigua fábrica de betunes de zapatos, era ahora para ellos un folio en blanco en el que crear su nuevo hogar.
Buscaron una aliada para conseguirlo, la diseñadora Jae Joo, de Homepolish. Ella les ayudó a expresar sus gustos eclécticos y adaptar el espacio para ser un hogar funcional y acogedor.
Jae Joo se inspiró en los caracteres de ambos residentes para crear sus zonas más personales. Como la pared del comedor repleta de fotografías de sus artistas predilectos o la librería.
Dicha pared, fue hecha a medida, de 17 metros de alto, y allí se guardan sus mejores recuerdos.
El objetivo principal fue resaltar los elementos originales que hacían de este lugar una vivienda única. Las paredes de ladrillo envejecido, los suelos de hormigón y los techos de 20 metros atravesados por vigas a la vista.
Para proporcionar un equilibro respecto al tamaño y proporciones de todo el espacio, cada estancia fue diseñada a medida. De una manera totalmente distinta.
En la decoración de este loft bohemio, la interiorista optó por una paleta de colores neutros. Con acabados orgánicos, mobiliario personalizado y vintage.
Un estilo a mitad de camino entre el industrial y el bohemio. Que consigue dar vida a esta antigua fábrica y crear en ella un hogar relajado y acogedor.
Fuente |Elle Decor | Home Polish |Fotografía | Julia Robbs
