Por | Carmona Pérez Marino | Fotografía | Obra Linda
El proyecto “Casa Bosque” surge del deseo de un matrimonio con hijos adultos de construir un refugio que les permitiera escapar del ritmo acelerado de la ciudad. Concebida inicialmente como vivienda de verano y fines de semana, el proyecto fue pensado desde el inicio como un hogar permanente a futuro.

Con una idea muy clara por parte de los comitentes, el requerimiento principal era una casa de una sola planta, sin escaleras, que garantizara accesibilidad y confort a lo largo del tiempo. La materialidad también estaba definida: hormigón visto y grandes aberturas para incorporar luz natural y enmarcar las vistas del entorno.
El desafío principal fue el terreno: una parcela con fuerte pendiente y dimensiones ajustadas para albergar el programa requerido en una única planta. La solución surgió a partir de esa dificultad.
Se propuso elevar parcialmente la vivienda para liberar el nivel inferior y ubicar allí el quincho, el lavadero y el semicubierto para autos, aprovechando la topografía sin alterar su esencia. Así, la propiedad se posa sobre un basamento de piedra de pórfido gris, dando la sensación de una caja de hormigón apoyada suavemente sobre el terreno natural.
El acceso principal se realiza por una rampa que acompaña la pendiente y conduce a la planta principal, mientras que un acceso secundario vincula el nivel inferior. Esta estrategia no solo resuelve lo funcional, sino que potencia las visuales hacia el bosque.
Formalmente, Casa Bosque responde a los retiros obligatorios del lote, generando sustracciones que permiten la aparición de patios y semicubiertos. En estos vacíos, los eucaliptos existentes atraviesan la arquitectura, en un gesto que refuerza la integración con el paisaje.
El proyecto, desarrollado posteriormente a la pandemia, acentuó la idea de un recorrido exterior continuo: desde la rampa, pasando por escalinatas de césped, hasta llegar al deck y a una escalera caracol, la vivienda se vive también desde fuera.
La materialidad refuerza el concepto de permanencia y conexión con el entorno: hormigón visto con vetas verticales marcadas por encofrados de pino, vigas perimetrales de fenólico, carpinterías y detalles en hierro negro, y un volumen de dormitorios revestido en madera teñida, que se percibe como un vagón inserto en el bosque. Todo el conjunto busca una síntesis entre robustez y contemplación, entre habitar y paisaje.
FICHA TÉCNICA
Proyecto: Carmona Pérez Marino.
Ubicación: Mar del Plata, Argentina.
Año: 2024.
Área: 260 m2.
Fotografía: Obra Linda.