Fotografía | Riccardo Gasperoni
Milán nunca deja de inspirar, pero este departamento milanés va más allá del diseño clásico y abraza una estética audaz, viva y absolutamente encantadora.
Reformado por Quincoces-Dragò & Partners, es una declaración de intenciones: color, carácter y sofisticación en estado puro.
COLORES QUE DEFINEN UNA ACTITUD
Desde que se cruza la puerta, el color lo inunda todo. Verdes esmeralda, rosas intensos, azules eléctricos y mostazas cálidos transforman cada ambiente en una experiencia visual.
Lejos de resultar excesiva, esta paleta aporta vitalidad y equilibra lo clásico con lo contemporáneo.
El equipo de diseño trabajó con la luz natural y las características originales del edificio para potenciar la expresividad de cada tono. Así, el color no solo decora: construye identidad y despierta emociones.
UN DIÁLOGO ENTRE LO NUEVO Y LO VINTAGE
El punto de partida es una estructura tradicional con techos altos, molduras y suelos en espiga.
Pero lo interesante ocurre en la mezcla: una cocina rosa intenso, un baño con mármol verde, y mobiliario que combina íconos del diseño moderno con piezas retro, todo cuidadosamente curado.
Los elementos vintage conviven con arte contemporáneo y texturas sofisticadas como terciopelo, mármol y metales pulidos.
El resultado: una atmósfera glamorosa y relajada, que evita la rigidez y se siente 100% habitable.
VIVIR CON PERSONALIDAD EN EL CORAZÓN DE MILÁN
Este departamento milanés no está pensado para impresionar desde la distancia, sino para disfrutarse en el día a día.
Cada elección responde a una búsqueda de equilibrio entre belleza y funcionalidad. El diseño se convierte en herramienta para el disfrute, no en un fin en sí mismo.
Hay calidez en cada rincón: en los materiales, en los colores, en la disposición del mobiliario. Se respira una energía libre, desprejuiciada y muy milanesa.
UNA NUEVA VISIÓN DEL GLAMOUR URBANO
Con este proyecto, Quincoces-Dragò & Partners marcan una tendencia que se aleja del minimalismo frío y apuesta por una nueva forma de lujo: el que se vive con intensidad. Este departamento milanés demuestra que el color puede ser sinónimo de elegancia, y que animarse a lo distinto es una forma de habitar con estilo.