Por | Natalie Dionne Architecture | Fotogafía | Raphaël Thibodeau
Casa Forest I, de tres acres, ubicada en Eastern Townships, está aproximadamente a 100 kilómetros al sureste de Montreal. Muy valorada por los habitantes de la ciudad por su belleza natural y relativa proximidad a la vida urbana, el área ahora se ha convertido en un lugar de elección para aquellos que desean y pueden trabajar desde su propiedad.
Los clientes, una pareja de profesionales, habían acariciado durante mucho tiempo el sueño de construirse una vivienda en plena naturaleza.
Discretamente insertada en un afloramiento del escudo canadiense, rodeada de abetos maduros y árboles de hoja caduca, Casa Forest I está destinada a rendir homenaje al bosque vivo. La madera domina una paleta restringida de materiales, tanto en el interior como en el exterior.
El revestimiento de tablones prematuramente envejecidos, el marco expuesto y varios otros acabados interiores muestran toda la riqueza del material natural.
IMPLANTACIÓN ESTRATÉGICA
Una hendidura natural en la topografía existente, una orientación subóptima y la presencia de numerosos afloramientos rocosos presentaron un gran desafío tanto para los clientes como para los arquitectos. Durante un ‘recorrido por el sitio’ cuidadoso y minucioso, una formación rocosa particularmente poco práctica cerca de un precipicio llamó su atención y les brindó inspiración y conocimiento sobre cómo ubicar la propiedad.
De pie en la parte superior de la roca de 3m de altura, todas las partes acordaron que, para aprovechar al máximo la luz y las vistas disponibles, las viviendas, colocadas paralelas a la cresta, tenían que elevarse hasta este nivel. Y extenderse a través y sobre el cuenco para hacer un aterrizaje suave en el afloramiento rocoso del norte, donde se encontraba la mejor luz.
También, se entendió que una estructura elevada, en una huella minimalista, que priorizaba una intervención de bajo impacto en el terreno existente, tenía el beneficio adicional de crear un enfoque dramático para el hogar. Al enfatizar y asegurar la persistencia de la magnífica vista que se extendía más allá del precipicio.
EL PROGRAMA ARQUITECTÓNICO
El piso principal, el corazón del proyecto (anclado en un extremo, encima de una base donde una vez estuvo una roca solitaria) se cierne sobre la hendidura rocosa y proyecta una gran terraza al aire libre. Parcialmente cubierta, hacia una escarpa cubierta de musgo al norte.
Desde esta percha exterior, dedicada a la relajación y la vida al aire libre con su spa integrado y muebles de ocio, se pasa a los fluidos espacios interiores. La cocina, el comedor, la sala de estar y el dormitorio de la pareja en el extremo sur de este edificio lineal.
La escalera y el vestíbulo, que comunica con el vestíbulo principal de la vivienda a nivel del suelo, se intercalan entre el salón y el dormitorio. Adyacente al vestíbulo de entrada, se encontró un dormitorio con literas, capaz de acomodar hasta diez personas.
La zona de estar, acristalada del suelo al techo en ambos lados, está bañada por luz natural. Hacia el este, una pendiente dramática expone una vista espectacular del dosel del bosque. Varias alcobas, que se proyectan desde las fachadas, otorgan espacio adicional a la cocina, el comedor y el baño principal. Y brindan vistas adicionales y luz solar que penetra desde el sur.
La suite principal, el único espacio privado en el nivel principal, también cuenta con ventanas de altura completa. Uno de estos se colocó a lo largo del eje de circulación principal, directamente frente a un afloramiento. El efecto es de total transparencia de un extremo a otro de la casa.
En el lado oeste, el baño cuidadosamente diseñado presenta un lugar perfecto para la contemplación con su bañera insertada en una esquina acristalada.
MARTERIALES Y PALETA DE COLORES
La madera está presente por doquier en esta vivienda de 215 m2, que apuesta por la simbiosis con el entorno que la rodea. La estructura del techo expuesto está hecha de madera de ingeniería producida a partir de abeto negro del norte de Québec. Se prestó especial atención al diseño y detalle de estos elementos estructurales que soportan la rejilla regular del techo.
Las fachadas, revestidas de cedro blanco oriental, fueron pretratadas con un producto que acelera el proceso de encanecimiento. Para integrarse en el paisaje como un camaleón tomando el sol sobre una roca, y minimizar el mantenimiento futuro.
Se usó arce macizo para las islas de la cocina, los tocadores, las escaleras y la pasarela. Mientras que el resto de los gabinetes empotrados se usó contrachapado ruso. La paleta brillante elegida por los arquitectos para los interiores contrasta fuertemente con el, a veces, bosque oscuro alrededor de la propiedad.
Los pisos de concreto pulido, las paredes de yeso y las ventanas de aluminio natural se combinan armoniosamente con la madera y ayudan a iluminar la abundante luz natural.
Debajo de la cubierta, los cimientos se aislaron del exterior para preservar el hormigón en bruto del interior. Un recordatorio de la roca que ahora apuntala el borde del precipicio. El hormigón visto se mezcla perfectamente con los afloramientos de piedra que se ven más allá de las ventanas. Tal es la naturaleza del refugio y del lugar.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Natalie Dionne Architecture.
Ubicación: East Bolton, Canadá.
Área del proyecto: 215 metros cuadrados.
Año del proyecto: 2020.
Fotografía: Raphaël Thibodeau.
