Pintar para Martín Ron es una forma de vida, algo que hace desde muy temprana edad que casi como un juego comenzó antes de los 10 años haciendo murales para amigos, en la calle, en el colegio.
Guiado por el gusto de hacer arte continuó con su pasión sin saber que entre pinceles y pintura estaba la ocupación que lo llevaría a viajar por el mundo y llevar su impronta por las ciudades más importantes del planeta.
ARTISTA A GRAN ESCALA
Martín es un buscador de nuevas ideas que se incomoda con el conformismo artístico, por eso en toda su obra hay una constante prueba de nuevos colores, de estilos que se fusionan, diversos conceptos en juego que se renuevan para construir un estilo propio, una marca personal.
Oriundo de la Provincia de BsAs, las paredes del partido de Tres de Febrero fueron el lienzo perfecto para realizar algunas de sus piezas maestras, como el mural del famoso jugador de fútbol Carlos Tévez.
Las fronteras nunca fueron un problema para él por eso su arte se extendió a diversos barrios de la Ciudad de Buenos Aires. También a otras provincias de Argentina, hasta llegar a países como Inglaterra, España, Estonia, EEUU y Malasya, por nombrar algunos puntos del globo que tienen su firma.
DESAFINADO LOS LÍMTES
Artista de gran escala, desafía las alturas y va perfeccionando su estilo realista que funciona con cierta fantasía lúdica que interpela al transeúnte desprevenido que se topa con algunas de sus gigantescas obras en edificios y muros.
Martín pinta elementos de la vida real que pincela con elementos más surrealistas, porque su arte habla de lo que lo rodea, sobre las cosas que pasan, no es ajeno a las problemáticas y sucesos del Mundo.
Las temáticas abarcan grandes personajes de la vida popular Argentina (Sábato, Isabel “La Coca” Sarli, Carlos Tévez, etc). También se ha propuesto darle todo el énfasis a la naturaleza y la incidencia del ser humano en su degradación y posible salvación.
Martín Ron no se rinde a la idea de que el hombre sólo destruye sino que también puede ser la pieza angular para revertir la situación.
A lo largo del globo ha ido trazando esta idea de embellecer las calles donde la urbanización ha dejado tonos grises para llevar color y un mensaje.
Una vez que hace su magia en algún edificio o pared lo que allí queda plasmado, según sus propias palabras, ya no le pertenece ahora es un bien público para los vecinos para la sociedad entera.
Como todo artista sin límites, no sólo se expresa en grandes superficies sino que también utiliza otros soportes como el lienzo. Ese primer amor que continúa y le permitió exponer en galerías de Argentina e Inglaterra.
Catalogado como uno de los diez mejores muralistas del mundo, Martín no se detiene y va derribando fronteras. Ha construido un nombre propio lleno de colores y vida.