Fotografía | Ramos Couriel Real Estate
El icónico penthouse en el que vivió Susana Giménez salió a la venta en el corazón de Belgrano. Ubicado sobre la calle 3 de Febrero al 1900, este dúplex de 400 metros cuadrados combina historia, estilo y lujo, con vistas panorámicas únicas al río.
Durante los años noventa, la diva alternaba su residencia de Barrio Parque —la misma que compartió con Huberto Roviralta— con este elegante refugio en las alturas. Allí, lejos de las cámaras, disfrutaba de un espacio íntimo que hoy conserva gran parte de su esencia original.
UN PENTHOUSE CON HISTORIA
El penthouse Susana Giménez ocupa los pisos 28 y 29 de una torre moderna, a metros de la plaza Barrancas de Belgrano.
En su momento, la venta de la propiedad se realizó casi en secreto, en abril de 1998, en medio de un contexto mediático marcado por el sonado divorcio de la conductora.
Aun así, el vínculo entre Susana y los nuevos propietarios fue cordial. Según se supo, mantuvieron una excelente relación y compartieron gestos de respeto durante el traspaso.
Entre los pocos rastros que quedaron de su paso por allí, se destaca un cubículo de cristal que contenía una escultura personal —pieza que, naturalmente, la diva se llevó consigo.
DOS PLANTAS DE LUJO Y CONFORT
Con 400 metros cuadrados distribuidos en dos niveles, este penthouse ofrece una experiencia de lujo desde el primer momento.
Al ingresar, un palier privado con doble ascensor da paso a un hall de distribución que anticipa el tono general del inmueble: elegancia clásica con detalles de diseño funcional.
En el primer nivel se encuentra un living comedor imponente, conectado a un balcón corrido con vista abierta al río. La luz natural inunda los ambientes, realzando los pisos de mármol y las obras de arte que decoran cada espacio. El diseño mantiene la estética de los años dorados de Susana, combinando materiales nobles y terminaciones originales.
En esta planta también se ubican dos suites con baño privado, un toilette y amplios placares de recepción. Al subir las escaleras, el visitante accede al segundo nivel, donde una master suite ocupa todo el protagonismo: cuenta con vestidor, baño completo y salida directa a una terraza privada con parrilla, perfecta para disfrutar del atardecer porteño.
DETALLES QUE MARCAN LA DIFERENCIA
El penthouse Susana Giménez se ofrece por USD 1.200.000, con expensas mensuales cercanas a los $800.000, y representa una pieza de colección dentro del mercado inmobiliario premium.
Además de sus amplios ambientes —seis en total y cuatro baños—, la propiedad incluye un escritorio con baño completo, dos dependencias de servicio y una baulera de gran capacidad. Entre sus comodidades se destacan el sistema de calefacción central por losa radiante, agua caliente central, grupo electrógeno, seguridad 24 horas y dos cocheras fijas en el primer subsuelo.
“Desde que uno cruza la puerta, el departamento transmite una experiencia de lujo y confort difícil de replicar. Cada ambiente está pensado para aprovechar la luz y las vistas, sin perder intimidad ni calidez”, detalló Leonardo Ramos Couriel, titular de Ramos Couriel Real Estate.
UN EMBLEMA DE LA ARQUITECTURA MODERNA
El edificio que alberga el penthouse es una torre de 29 pisos que se distingue por su entrada imperial y su doble orientación este-oeste, lo que garantiza luminosidad durante todo el día.
La arquitecta Myriam Heredia explicó que esta construcción responde a los principios de la arquitectura moderna argentina, influenciada por el racionalismo europeo del siglo XX.
“Se caracteriza por las formas simples, el uso de hormigón, vidrio y acero, y una búsqueda constante de funcionalidad sin perder elegancia. En este caso, el edificio de Belgrano se convirtió en un ejemplo emblemático de vivienda colectiva dentro de este movimiento”, señaló.
Esa combinación entre líneas puras, grandes ventanales y materiales nobles se integra con la sofisticación de los interiores, logrando un equilibrio perfecto entre modernidad, historia y exclusividad.
UN REFUGIO DE DIVA EN BELGRANO
El penthouse Susana Giménez no solo es una propiedad de lujo, sino también una pieza cargada de simbolismo para los seguidores de la diva. Fue su refugio urbano durante años, un lugar donde convivían la privacidad, la estética y la comodidad que siempre marcaron su estilo personal.
Hoy, en medio de la recuperación del mercado inmobiliario porteño, esta vivienda vuelve a escena como una oportunidad única: adquirir un espacio donde el glamour y la historia argentina se entrelazan en cada rincón.
