Fotografía | @teslamotors
El restaurante de Tesla ya es una realidad. La compañía liderada por Elon Musk acaba de inaugurar en Los Ángeles su primer espacio gastronómico y de entretenimiento, un punto de encuentro que combina comida, tecnología y autos eléctricos.
El lugar propone una experiencia retrofuturista donde el presente y el pasado se fusionan con un estilo muy californiano.
Este innovador establecimiento reinterpreta el clásico diner americano y lo lleva a otro nivel.
¿El resultado? Un híbrido entre cafetería vintage, autocine y estación de carga que parece salido de una película de ciencia ficción.
UNA PROPUESTA DIFERENTE PARA FANS DE TESLA (Y DEL BUEN DISEÑO)
El restaurante de Tesla ocupa una esquina estratégica sobre Santa Monica Boulevard y cuenta con dos niveles: en la planta baja se encuentra el espacio gastronómico, con mesas internas y una terraza al aire libre, mientras que en el subsuelo se despliega un gran estacionamiento equipado con 32 supercargadores V4 compatibles con todos los autos eléctricos que usen el sistema NACS.
Pero lo más llamativo del lugar es su diseño: con estética de los años 50 pero con toques tecnológicos y minimalistas, el restaurante luce un cartel de neón rojo con el logo de Tesla, interiores cromados, banquetas acolchadas, música ambiental de época y mozos vestidos al estilo clásico.
La arquitectura del edificio, cilíndrica y ligeramente curva, remite a las estaciones de servicio futuristas imaginadas a mediados del siglo XX.
PEDÍS DESDE LA PANTALLA Y TE LLEVAN LA COMIDA AL AUTO
La experiencia gastronómica está completamente integrada a la filosofía Tesla. En lugar de hacer fila o esperar un camarero, los comensales pueden ordenar directamente desde la pantalla del auto.
Con solo unos toques, el menú aparece en el tablero digital, se selecciona el pedido y, minutos más tarde, la comida llega a la ventanilla.
Para quienes prefieran comer adentro, también hay servicio en mesa y una barra con vista al boulevard.
El menú ofrece una selección de clásicos estadounidenses con un giro moderno: hamburguesas gourmet, hot dogs orgánicos, batidos veganos y café de especialidad.
Todo está pensado para acompañar una carga rápida, que puede demorar entre 15 y 30 minutos, y coincidir con una comida express o una pausa más relajada al sol.
AUTOCINE INCLUIDO: PELÍCULAS MIENTRAS CARGÁS LA BATERÍA
Uno de los grandes diferenciales del restaurante de Tesla es su doble pantalla gigante, ubicada en el área del estacionamiento.
Mientras los autos se cargan, los conductores pueden disfrutar de proyecciones de cortos, trailers y películas clásicas.
De noche, la experiencia se convierte en un auténtico autocine al aire libre, con auriculares inalámbricos y sonido estéreo sincronizado.
Esta propuesta rinde homenaje a la cultura del drive-in californiano, tan popular en las décadas del 50 y 60, pero reinterpretada con la visión del futuro sostenible que promueve Tesla.
Además, el espacio ofrece wifi gratuito, enchufes USB en todas las mesas y hasta una estación para bicicletas eléctricas.
¿UN NUEVO FORMATO DE NEGOCIO PARA LA MARCA?
Aunque el restaurante de Tesla en Los Ángeles podría parecer un experimento aislado, Elon Musk ya insinuó que este podría ser el primer paso de una expansión más ambiciosa.
En redes sociales, el empresario destacó el éxito de la apertura y sugirió que este modelo podría replicarse en otras ciudades del mundo, especialmente en destinos turísticos donde los autos eléctricos ganan terreno.
Con este movimiento, Tesla no solo fortalece su ecosistema de servicios para conductores, sino que también se posiciona como una marca de estilo de vida.
Ya no se trata solo de fabricar vehículos: ahora la experiencia Tesla también incluye comer, descansar y entretenerse en un entorno alineado con su visión de futuro.