Diseñada por el polémico arquitecto español Santiago Calatrava, la nueva estación de Metro de Nueva York se llama “Oculus” y se destaca por su extraña figura y un elevado costo de construcción.
Dispuesta en el World Trace Center, Oculus conectará once líneas diferentes de subte con el tren que une Nueva York con Nueva Jersey. Además contará con centro comercial, restaurantes y permitirá el acceso subterráneo a las torres del WTC.
Se estima que unas 50.000 personas pasarán por ahí a diario y esta suma será de 100.000 cuando el proyecto esté funcionando en su totalidad.
Esta obra impactante recibió gran cantidad de críticas por su elevado costo y su extraña forma. Con un precio estimado de US$4.000 millones y 12 años de construcción, fue declarada por el New York Post como “la estación más fea del mundo”. El New York Times la consideró un “desorbitado símbolo de despilfarro”.
En contraposición a estas críticas, Steve Plate (director de construcción del nuevo WTC) dijo: “la estación Oculus representa el renacer de la Zona Cero tras los atentados de 2001”.
El arquitecto Santiago Calatrava siempre despierta pasiones encontradas en sus originales y ostentosos diseños, que se caracterizan por estar inspirados en cavernas, animales y plantas. Su firma esta puesta en algunas de las obras mas famosos del mundo como el Turning Torso de Malmö (Suecia) y el Puente de Jerusalén.
También ha cosechado escándalos por sus costos altísimos y fallas en la construcción, tanto en su Valencia natal como en otras partes del mundo.
Ahora serán los neoyorquinos quienes disfrutaran o rechazaran la estación que será inaugurada en los próximos meses.