Sika Argentina impulsa iniciativas concretas para reducir residuos y optimizar el uso del agua, en línea con su estrategia global de sostenibilidad y economía circular.
En el marco de su estrategia corporativa global, la compañía viene consolidando un modelo de gestión ambiental enfocado en la eficiencia, la reducción del impacto y la economía circular.
A través de un plan de acción integral, trabaja en la optimización de procesos, la mejora de la segregación interna y el aumento sostenido de los residuos enviados a reciclaje, disminuyendo de esta manera los destinados a disposición final.
Uno de los objetivos centrales de la compañía es reducir en un 15% la generación de residuos y el consumo de agua por tonelada vendida hacia el 2028.
Para lograrlo, se implementan medidas concretas desde sus plantas productivas para incrementar la cantidad de residuos enviados a reciclaje y minimizar aquellos destinados a disposición final.
Desde sus plantas ubicadas en Caseros y Virrey del Pino, se lleva adelante una revisión permanente de los residuos generados en las operaciones diarias.
El enfoque consiste en identificar materiales reciclables que antes eran tratados como residuos comunes y gestionar su correcta disposición mediante operadores habilitados como Arcillex, garantizando el cumplimiento de los requisitos ambientales.
Además, se promueve internamente una cultura de reciclaje a través de capacitaciones anuales sobre segregación de residuos y la implementación de puntos de recolección diferenciada (contenedores amarillos) para facilitar su clasificación.
En este proceso también participan actores de la sociedad civil: la Fundación Garrahan, que retira papel de oficina descartado y tapas plásticas de botellas, recolectados en las tres plantas de Buenos Aires.
Como parte de sus esfuerzos por reducir el consumo de recursos, Sika también aplica tecnologías de recuperación de agua.
En la planta Revear, el agua de descarte del proceso productivo es tratada mediante un sistema de floculación y decantación, lo que permite su reutilización posterior en la planta de Caseros como insumo de producto, evitando su vuelco como efluente y reduciendo el uso de agua nueva.
Estas acciones reflejan el compromiso de Sika con una economía circular, donde cada decisión cuenta para construir un futuro más sustentable y eficiente para la industria.