Por| Estudio Montevideo | Fotografía| Gonzalo Viramonte
Distrito F nace de la idea de transformar un edificio de los años noventa frenado en el tiempo en un concepto actual con aire urbano industrial.
Desde el día en que el proyecto entró al estudio se iniciaron los múltiples caminos de propuestas, ideas y estilos que se podrían aplicar a este nuevo emprendimiento.
Al final de esta primera instancia, elegimos diseñar bajo el lineamiento de varios conceptos, mezclando lo urbano, lo cálido, introvertido, acogedor, industrial y la vegetación.
Es así que de lo urbano nace el nombre de Distrito F (D.F). Con un claro guiño como referencia al D.F de México, el uso de la palabra distrito, la coherencia con su situación de “centro” y ruido a ciudad y también el juego de letras por la calle en que se encuentra esta obra, D-ean F-unes.
Entre lo urbano y lo introvertido se manejó el diseño de la fachada. Un edificio negro sería la nueva cara de este emprendimiento. Dejando atrás la vieja fachada de granito gris, transformándola en un poderoso pórtico doble de hormigón negro.
El ingreso es de estilo industrial, de ladrillo y aceros oxidados que da un aire más de bóveda secreta fabril que de puerta permeable. Una situación que nos encantó crear para fomentar el efecto sorpresa que se vive al entrar por primera vez al hall.
Su interior es acogedor, industrial, flexible, cálido y está siempre acompañado por vegetación. Así fue el manifesto que creamos para acompañar el diseño desde la puerta de ingreso hacia el resto de los espacios. Absolutamente todos ellos cuentan esta historia basada en viejas fábricas, casas antiguas, galerías playeras y bares de puerto. Desde ese primer hall hasta los SUM que se encuentran en las azoteas de los edificios 2 y 3 tienen ese aroma.
La quina es la madera elegida como protagonista noble del hall. Está enfrentada a un imponente muro de ladrillo quemado y sin junta, donde se posa el nombre “Distrito F”. Una idea que se completa con los paños horizontales, tanto de piso como de techo, con hormigones oscuros y un estilo de iluminación baja focalizada y rasante, salpicado finalmente por IPN y zócalos oxidados. Es así que se completa nuestra visión del estilo industrial-bohemio contemporáneo, basado más en un estilo de vida y en gustos determinados por los sentidos y experiencias, que en estéticas fijas o premoldeadas.
En cuanto al paso por los patios entre estos edificios, decidimos llevar la madera y el acero oxidado al suelo, formando caminos y canteros. También se entrevé el ladrillo y los hormigones, todo coronado por un plano virtual manifestado por una red metálica que cuenta con las luces del patio. Creemos que la vegetación debe ser parte constante de nuestras vidas y es así que en este patio, la intención fue crear un “oasis” en plena circulación, materializado por un alucinante jardín vertical y dos canteros enfrentados. Estos recursos, son layers “vivos” que prometen cumplir con las premisas de frescura, volumen de flora y perfume para los ambientes.
En conclusión, se podría decir que las pistas que fueron creando esta composición nos dejan al descubierto un estilo arquitectónico industrial-bohemio-fresco, en respuesta a un estilo de vida cada vez más practicado en estos tiempos.
FICHA TÉCNICA
Arquitectos: Estudio Montevideo + Pablo Dellatorre.
Ubicación: Córdoba, Córdoba, Argentina.
Arquitectura y diseño: Gabriela Jagodnik, Ramiro Veiga, Marco Ferrari, Pablo Dellatorre.
Año Proyecto: 2016 / 2017.
Arquitectura y Project manager: Arq. Marco Ferrari.
Colaboradores: Ignacio Igarzábal, Ignacio Ongini.
Fotografía: Gonzalo Viramonte.