El Tanta porteño se diferencia claramente de los Tanta de Perú, con un ambiente más formal, que incluye un salón amplio, barra de cócteles, techo de triple altura y colores oscuros aligerados apenas por el verde de las plantas.
Su carta es amplia, diseñada para satisfacer a todos los cientes, con buen énfasis en platos para mediodías rápidos. Los precios son amigables y no se aceptan reservas.
Desde sándwiches de peceto al jugo (con lechuga, criolla limeña y palta, $180), montaditos al estilo tapeo español ($30 cada uno), empanadas y ensaladas, todas rebosantes de sabores peruanos.
Entre los platos principales, se destaca el Quinua Airport (un chaufa de arroz con quinoa, pollo, verduras, con tortilla y salsa chifa, $220), los ribs de cerdo con criolla de mango ($360) y el contundente bife de Anthony, servido jugoso sobre tallarines y papas a la huancaína ($490).
Para tomar, las opciones van desde los batidos de frutas tropicales (como el refrescante Agilito, con piña, naranja y limón), a las limonadas, tés helados y cócteles como El Chingón (tequila, agua de manzana, limón y humo en polvo, $150).
Tanta queda en Esmeralda 938. Horario de atención: de lunes a sábados, de 12 del mediodía a 1 de la mañana.